capítulo 01

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En algún lugar de Florida, un omega pelinegro, era regañado y echado de su trabajo que consiguió hace solo una semana.

— Le prometo que es un mal entendido, eso jamás paso — rogaba George a su jefe. Antiguo jefe más bien.

— ¡Ella dice que es cierto! ¿Cómo quieres que cuestione algo así? — señalo el hombre.

— ¡No fui yo! Ella intento sobrepasarse conmigo — dijo George.

— N-no es verdad — mintió una castaña detrás de su jefe.

— Por favor no lo niegues, si quieres decir que fue un accidente entonces lo dejare pasar pero no me culpes de algo así, sabes cuánto necesito este trabajo — pidió George con desesperación a la muchacha.

La chica bajo la mirada sujetando con fuerza su delantal.

— ¡Y ahora pides que ella te cubra y admita la culpa de algo como eso! ¡Estas despedido Notfound, quiero tus cosas fuera de mi restaurante!

— ¡No! ¡No, por favor! — George se hinco sujetando las manos del hombre. Jamás se había humillado así pero realmente necesitaba el sueldo y si se iba ahora tenia entendido que no se lo darían — Emma, — miró a la chica, una beta — te lo ruego.

— Lo siento — susurró en respuesta.

— ¡Largo! — el hombre empujo a George importándole menos y luego se marcho junto a Emma mirándole con tristeza.

— Mierda — murmuró el omega levantándose y secando sus ojos con lágrimas que amenazaban salir.

George tomó sus cosas, despidiéndose de algunas buenas personas que había conocido allí. Sacó su celular marcando a su contacto de emergencia, su contacto de refugio. Luego de solo el primer tono de llamada, fue respondido y George siempre habia estado agradecido de que su mejor amigo fuese rápido en contestarle.

— Karl... — murmuró con voz entrecortada.

Mándame tu ubicación, no te muevas. Voy en camino — George colgó la llamada y envió lo que su mejor amigo pidió.

George Notfound y Karl Jacobs eran mejores amigos desde que George tenia quince años y Karl diecisiete, este era un delta, iniciaron siendo vecinos y su relación se profundizo gracias a que sus madres eran muy amigas. Un día en un accidente trágico, sus madres, junto a otros vecinos, fallecieron en un incendio, ambos chicos habían llegado de trabajar para poder pagar las rentas de sus casas. Desde ese entonces ninguno se separo jamás del otro, tuvieron que buscar un nuevo lugar donde quedarse con lo poco que les había sobrado ya que las caseras les ordenaron pagar los daños de los cuales no habían tenido culpa. Ahora vivían juntos en un reducido departamento rentado, si bien Karl había tenido trabajos más duraderos que George pero no era suficiente por los costos de alojamiento y comidas.

Ahora George se encontraba sentado en una banca mientras esperaba por su mejor amigo, una parte de él siempre había estado arrepentido de llamarle cada que eso sucedía ya que el ojiazul dejaba todo para ir a su lado; y eso había sido una de las mayores causas de despido para el mayor.

George suspiro pesado mirando al frente, tal vez juzgando un poco a las personas que paseaban frente suyo.

Hasta que su nariz percibió un olor a angustia y tristeza, miró a su alrededor y entonces se enfoco en una niña, llorando en medio del paso de la gente. Esta tenia sus cabellos rubios atados a una coleta con un moñito lila decorándole, usaba un vestidito rosa pastel con encajes blancos de seda en los bordes de sus mangas largas y zapatitos color crema. Sus mejillitas, nariz y ojitos de un color carmín y un rastro de lágrimas por el llanto.

heart sounds [dnf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora