capítulo 04

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Clay se encontraba en su trabajo, revisando algunas firmas y pilas de documentos. Era encargado de una gran inmobiliaria así tenía mucho por hacer. Entonces por su puerta entró una mujer.

— ¿Clay Wastaken? — habló.

Clay levantó el rostro, encontrándose con una mujer castaña, de cabello corto, portando un vestido escotado negro con blanco muy elegante, el cual se pegaba a su bonita figura. — Sí, soy yo — dijo con un gesto curioso.

— Mucho gusto señor Wastaken, soy Danielle Jones — estrecho su mano con una mirada coqueta al hombre.

— En qué puedo ayudarla, señorita Jones, adelante — señaló el asiento frente a su escritorio.

— Me designaron como su nueva mano derecha — tomó asiento cruzando sus piernas, provocando que el vestido se levantara solo un poco, lo cual no pasó desapercibido por Clay.

El rubio asintió volviendo la mirada a sus papeles. — Será un gusto trabajar con usted, me llego el curriculum hace unos días y es realmente impresionante.

— Que honor que le haya gustado, soy buena en muchas cosas — dijo inclinándose al frente, esperando captar la atención de Clay.

— Sera de gran ayuda, todo se hace desde la oficina, imagino que ya le designaron la suya — ni siquiera había vuelto a mirar a la mujer.

— Sí... — carraspeó, viendo que no estaba funcionando lo que tenia planeado — Creo que nos volveremos muy cercanos debido a esto. Espero llevarnos bien — consciente, empezó a soltar un aroma a vainilla y canela.

Clay la miró y asintió. — Igualmente — dijo y luego volvió a lo suyo. El aroma de esas feromonas lo estaba empalagando, y realmente le disgustaba un poco.

Danielle no dijo nada, necesitaba pensar en algo más.

— ¿Eso seria todo, cierto? Si no le molesta, tengo un poco de trabajo pendiente.

— Ah... yo-

El teléfono de oficina sonó y Clay le pidió con una seña esperar un momento para responder.

— Clay Wastaken — dijo.

— S-señor Wastaken, lamento molestarlo — habló Sylvee, una de las empleadas de la casa Wastaken, algo angustiada.

— ¿Paso algo? — soltó el lapicero en su mano.

— La niñera que encontró de último momento hoy en la mañana... Acaba de renunciar — anunció con vergüenza.

Clay talló su sien. — Voy de regreso, ¿están todos ahí?

— Sí...

El alfa frunció el ceño. — ¿Incluso Oliver y Grace?

Oliver dijo que tenia que trabajar algo en casa y Grace mencionó que se sentía mal, así que ninguno fue a la universidad — dijo despacio.

Clay suspiró. — Voy en camino, no se lo menciones a ninguno y no dejes que salgan de casa, los quiero ahí a todos cuando llegue.

— Está bien señor Wastaken, lo veo en un rato — y la llamada terminó.

Clay cerró las carpetas con papeles y tomó su saco.

— ¿Todo bien? — preguntó Danielle.

— No mucho cuando se trata de siete malévolos ángeles — dijo.

— Oh, ¿tiene siete hijos? — preguntó con fingida sorpresa. Danielle ya sabia quien era Clay Wastaken desde antes y sabia que el alfa se encargaba solo de sus hijos.

heart sounds [dnf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora