Reyes Y Dioses La Venganza

Reyes Y Dioses La Venganza Capitulo 7

Capitulo 7.

LA TRAICIÓN DE UN REY.

6 años atrás, en el antiguo pueblo de los 7.

- Mírame ahora, acaso crees que estoy feliz después de lo que has hecho,te ofrecí un hogar en mi pueblo y te atreves a traicionar mi confianza, debería matarte ahora mismo maldito traidor.

Fueron las palabras que el antiguo líder del pueblo de los 7 dijo al rey David.
Él cual estaba herido y lo miraba con coraje.

- ¡Maldito!, como crees que iba a permitir que robaras la flor de la Emperatriz, una vez que florezca, ella podrá venir al mundo mortal y acabar con las amenazas de este mundo y tú, has intentado robarla para maleficio tuyo, no eres diferente al rey WirdKing, y tú u pronto tendrás el mismo destino que él.

WirdKing escuchaba las palabras atentamente, su error fue iniciar una guerra interna en el pueblo, en efecto, la guerra se desató entre ambos bandos.

- Crees que realmente esa flor que tanto has cuidado todos estos años, traerá a la vida a un ser tan poderoso, recuerda que Liebe nos ha abandonado y tú crees en una falsa esperanza.
A la cual consideras una semidiosa,
Si Liebe supiera de que tratas de crear una Diosa artificial, seguramente te destruirá, la edad te ha afectado anciano.

Reprochaba el rey David con un tono burlón, el guardián, cerró sus ojos con decepción, sabía que no podía hacer nada para hacerlo cambiar de opinión.
Lo miro con tristeza y le diría.

- Si crees que son simples tonterías, entonces responde una pregunta,¿porque quieres tener la flor?, si no crees en lo que te digo, ¿Porque te has levantado en contra de nosotros y has venido por ella?.

Dichas preguntas hacían que el rey David se viera acorralado, no quería darle la razón en lo que decía, pero tampoco podía negar que la flor emanaba un poder tan alto que era capaz de traer a la vida a los muertos.
Algo que no podía creer hasta no ver, y su único impedimento era el guardián que tenía al frente suyo.

- No creo que esa flor sea el medio por el cual se manifieste una deidad,pero si estoy seguro que desprende un poder increíble, además dices, que puede traer a la vida a los muertos,mi hijo Daniel extraña mucho a su tío, sabes que él fue asesinado, pero quiero comprobar si esa flor realmente puede hacer eso que dices.

Responde David en un tono desafiante, el guardián se prepara para atacar de nueva cuenta, está vez, se concentraría en acabar con él de inmediato.

-De ninguna manera dejaré que traigas a la vida a WirdKing, ahora que se tus razones, no dejaré que te la lleves, antes deberás matarme para llegar a ella.

El rey David sonrió y se puso de pie, empuñó su espada, se quitó la armadura y se preparó para atacar, haría cualquier cosa por obtener ese poder en sus manos y no dejaría que nada ni nadie lo detuviera.

- Si así es como quieres que esto termine, que así sea, para un anciano como tú, está decisión te llevará a conocer a Liebe, así que dale mis saludos.

El rey David daria el primer golpe, el choque de sus espadas resonaba en el pequeño santuario, ambos procuraban no cometer un error, aún siendo minimo, podría ser fatal para ellos, cada tajo y revez que daban, cada movimiento de brazos, hombros, cintura, pies, debía ser preciso, incluso la velocidad y fuerza con que eran ejecutados sus ataques.
Tanto el guardián como el rey David, ponían en manifiesto sus habilidades en combate.
Una batalla tan pareja que no daba paso a la debilidad y era difícil de decir, que se alzaría con la victoria.

Por el lado de Jin Wu, su sucerosa.

Estaba ocupada defendiendo el pueblo de los caballeros del rey David, era un número enorme, incluso para ella enfrentarse a ellos era difícil, tanto que debían llevar su poder al límite.
Su gran espíritu de combate le hacían seguir firme y fuerte ante la tempestad, ella y sus compañeros daban su mejor esfuerzo por cuidar lo que tantos años les llevo construir, pero la balanza estaba en contra suya.
En medio del caos de la feroz batalla, el grito de dolor del guardian de hizo presente.
Jin Wu salió de inmediato en su ayuda y al llegar al lugar, con profundo dolor y tristeza se acercó al cuerpo de su maestro, con los ojos llenos de llanto, sostuvo entre sus brazos a quien llegó a considerar su familia.