¿Que esta pasando?

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Primera Persona Gambler

Nunca he sido verdaderamente libre, desde Nevada hasta Gensokyo lo único que he hecho a sido ser arrastrado a un grupo o organización. Desde ser aquel que evitaba que Nevada se fuera a la mierda por una razón que no sean sus habitantes mismos, a ser el sirviente de una vampiro en una mansión.

Es un cambio, solo que ahora tengo mayores libertades, tierra nueva, gente nueva y comida nueva, me gustan mucho los huevos estrellados, son simples y fáciles de cocinar, pero es algo que aprecio.

No me estoy quejando... 100%, tengo una vida al menos agradable, dejando de lado cuando me involucran sin mi consentimiento en un incidente, me gustaría simplemente resguardar la mansión, como Meiling y las hadas, pero Remilia tiene la palabra final, pues soy su trabajador, pero al menos finalizado el incidente hay meses de tranquilidad. Y aun así es alentador por decirlo de una forma, conocer gente nueva... que en un inicio intenta matarme, incapacitarme o simplemente no dejan ventana al dialogo.

Actualmente estámos en el santuario Hakurei. Remilia mi jefa, Reimu, Marisa y Sakuya se encontraban dentro, hablando
Sobre un tema que desconozco, pues salí afuera al momento de que empezaran a tomar sake; Ya había pasado un mes desde el incidente de La noche sin final. Comoo lo habíamos nombrado en una embriaguez colectiva la misma noche en la que Flandre y yo 'resolvimos' dicho incidente.

Me encontraba sentado en la ultima escalera para entrar al santuario, observando el cielo, tan diferente a Nevada, me hace querer olvidar mi tiempo ahí, pero es algo tonto.

Ahora me encontraba solamente con mi sombrero y mi traje, pues mi armadura y goggles fueron decomisionados por Remilia, a su parecer me hacían lucir deshonesto, objetaria, pero ya me había sido arrebatado, por lo que no me importo mucho.

El bullicio seguía a mis espaldas, me sentía extrañamente cautivado por la luna, siendo un alivio que volviera justo como lo dijeron los residentes de Eientei, escuche el sonido de pasos delicados en las escaleras, lo que ignore quedándome quieto como estatua observando la luna no queriendo ser grosero, pero sin querer nada más que vislumbrar a la luna, actualmente llena y bañandome con su luz.

El sonido de pasos, junto a una enorme cantidad de cabello negro junto a un olor a fármacos y melocotón fue lo único que tomaron mis sentidos mientras el recién llegado se alejaba en dirección al santuario.

Estuve viendo a la luna por unos buenos cinco minutos sin dejar que quien sea que haya llegado me interrumpiera, me sentía en paz y tranquilo...

¿Que? Ahora estoy dentro del santuario, en la misma posición en la que me encontraba anteriormente, obviamente gire la vista, buscando a Sakuya, quien se encontraba junto a Remilia, la primera con una pose tensa, observandome con curiosidad, enojo y supongo que intriga, mi jefa me miraba igualmente, solo que una pizca enorme de diversión se mostraba en sus ojos junto a una posición más encorvada.

Reimu me miraba con la ceja alzada, con una cara plana junto a una postura relajada, Marisa siendo lo opuesto, riendo sobre el suelo.

En medio se encontraba aquella mujer que me hizo pasar por cinco 'peticiones' así nombradas por ella, siendo más una serie de ataques injustos, pero estúpidamente fáciles de evitar en tierra firme, tristemente me di cuenta casi al final, de no ser así estaría mucho más incapacitado que por un simple dolor de ojos.

En su cara había una sonrisa, junto a una expresión presumida y un rubor visible.

"¿Que?" Pregunte, no tenía palabras para decir, me encontraba confundido a más no poder, Marisa por su parte solo siguió riendo, solo que ahora mucho más fuerte.

Entre Violencia y Fantasía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora