Capitulo 15

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Ya ni siquiera tenia ganas de ir a la universidad, estar tan distante y lejos de Félix se había convertido en un martirio esta vez se me había hecho tarde entonces durante todo el camino no vi ningún rastro de Félix era muy probable el si había madrugado y llegado temprano a la universidad. Cuando llegue ya estaba el profesor en clase por lo tanto me costo que me diera permiso de ingresar a su clase, a pesar que me dio permiso me levanto un acta como era de esperarse. Entre emocionada pues vería a Félix cuando hicimos contacto visual tenia una sonrisa de oreja a oreja se me había hecho demasiado tierno mas sin embargo tenia que disimular pues todo mundo nos observaba, habíamos sido el centro de atención de aquella clase durante todo este tiempo por lo tanto teníamos que guardar distancia si no queríamos que se enteraran de cosas, llegue y saque mis útiles estaba concentrada en la clase que no se me dio por voltear a ver a Félix tanto asi que no lo salude solo le sonreí, había llegado tan tarde que no entendía ni la mitad del tema llegue a un punto donde solté el lápiz y puse mis manos en la cara pues no lograba entender nada, todos estaban trabajando pero yo no tenia idea de que estaban haciendo voltee a ver a Félix que me estaba observando con atención, no tengo ni la menor idea de cuanto tiempo llevaba observándome. Le pregunte que pasaba y solo me dirigió una sonrisa y empezó a explicarme, la tarea basaba en realizar unas mándalas, no entendía el porque ni para que, no lograba agarrar la técnica entonces Félix agarro mi mano para ayudarme a guiarme con el lápiz y poder dibujarlas durante aquel momento ni siquiera observe los movimientos solo lo observaba a el, se miraba hermoso, su luz irradiaba un brilló único y su ojos eran brillantes, me perdí en aquel momento que no pensé en que todos nos estaban observando fue hasta que voltee a ver hacia delante y vi que la mitad del salón nos observaba y como primera reacción moví mi brazo hacia atrás y le pegue un codazo en el estomago a Félix, el se quejo y me quedo viendo confundido, el había terminado mi mándala por lo tanto me pare bruscamente de mi asiento y le grite: ¡No vuelvas a tocarme yo se hacer mis cosas sola, aléjate enfermo! Me dirigí hacia el profesor que estaba igual de confundido que toda la clase y solo me firmo la mándala y me la entrego. Ya había terminado la clase y me fui a las bancas de la universidad esperaba Félix no se acercara pues siempre salía herido, no era algo que yo quería hacer simplemente era mi primera reacción. Estaba comiéndome un sándwich cuando vi que a lo lejos estaba sentado en la fuente Félix y dos chicas que eran de odontología, se miraban super alegres riéndose y una de ellas le acariciaba el brazo, cuando vi eso deshice mi sándwich en mi mano, mi sangre hervía de los celos, me limpie la mano con la servilleta y me dirigí hacia donde estaban ellos, ¿Haría algo? realmente no en esos momentos no se me ocurría nada, solo pase por enfrente y voltee a ver a Félix que cuando me vio se puso serio y nervioso, yo seguí mi camino hacia la clase, cuando estaba subiendo las gradas Félix me alcanzo y me pregunto que me pasaba ya que me miro muy seria.

—Nada, solo tengo hambre—le dije secamente.

—¿Te compro algo?—pregunto.

—No, mejor cómprales algo a tus amigas que al parecer traen demasiada hambre.

—No me digas que...—hizo una pausa y se rio—. ¿Estas celosa?

— No, como crees solo decía es lo normal verte con ellas riendo mientras te acarician el brazo—dije viéndolo fijamente.

—A ver Covelcita relájate solo estábamos charlando.

—A ver Turnercito ¿Quieres que me relaje cuando andas de coqueto?

—Hey , tu nunca me llamas por ese apellido suena raro en tu boca—dijo mientras me señalaba con el dedo.

—Pues mira ya casi te preguntaba— dije y me retire.

Llegue a la clase, Félix trataba de hacerme platica pero lo ignoraba debía admitir que ya no estaba molesta pero me gustaba ver como picaba mis costillas, me pasaba la mano por en frente de mi cara y me agarraba del hombro mientras me sacudía me daba ternura pero tenia que mantener mi seriedad y enojo. Salimos de clase y antes que me alcanzara salí corriendo pero el apresuró el paso, estaba gritando mi nombre pero o ignoraba ya casi me alcanzaba y empecé a correr mas rápido ya los dos estábamos riéndonos que me di por vencida, el me agarro y me dio la vuelta, nuestras caras quedaron a poca distancia y el me dio un beso, un beso al cual correspondí y duro poco.

—Disculpa si te hice sentir insegura, pero prometo no volverles a hablar si no te haces sentir cómoda—dijo mientras acariciaba mi cabello.

—No, no te preocupes sigue hablando con ellas solo fue un mal momento—dije.

—No, cual no te preocupes. Lo hare con tal te sientas segura— dijo tomándome de los hombros.

Solo sonreí y seguimos el camino a casa agarrados de la mano ya cuando habíamos llegado nos despedimos con un abrazo antes que el entrara a su casa le grite

—Me vas a pagar lo de hoy Fischer.

El rio y entro, yo me reí de igual forma y entre a casa. Cada día con Félix era inolvidable no podía evitar cada momento con el, lo reproducía siempre en mi mente, las sonrisas, mis patadas de alegría todo eso y mas emociones sentía cuando acababa cada día. El amor puede cambiar drásticamente tu vida al parecer.

Desafiando al destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora