Capitulo 17

8 1 0
                                    

Por fin ya era día sábado, amaba esos días me despertaba temprano... O eso creí. Estaba soñando lindo cuando escuche repetidamente el timbre de la puerta salí corriendo pues temía era una emergencia, abrí y era Félix mas radiante que nunca.

-¡Buenos días la Tierra te dice hola!- dijo con emoción.

-Son las 5:00am y día sábado, que quieres tan temprano- dije molesta.

-Al menos alégrate de verme, soy tu sol- dijo.

-¿Sol? Ahorita ni el verdadero sol quiere andar despierto- le dije y lo agarre de sus hombros- Mejor ve a dormir y deja de interrumpir mi sueño.

-No, ve a bañar que hoy es un gran día- dijo entrando a mi casa.

-Espera, me despiertas, me obligas a bañarme y todavía entras como si nada a mi casa- dije y me acerque a el-. Llamare a la policía.

-Relájate, a esta hora ni la policía anda despierta- dijo sonriente.

-Te voy a matar- agarre un cojín y se lo tire a la cara-. Largo, a dormir.

-No, no me voy- dijo y me cargo para llevarme a mi habitación.

Cuando me cargo lo patee intente bajarme pero fue en vano, no funciono. Llegamos a la habitación y me encerró en el baño.

-¡Abre la puerta!- le grite.

-No, hasta que te bañes.

-No lo hare- dije.

-Bueno, entonces te quedaras ahí todo el día- dijo confiado.

-Después de esto serás hombre muerto Félix.

Me bañe y cuando abrí la puerta ya no estaba, pero cuando observe mi cama solo estaba una bolsa de regalo con una nota

Ponte esto y espérame en tu patio a las 7:30am.

Sonreí cuando abrí aquel paquete, era un vestido azul con estampado de margaritas y unas mangas abombadas con unos tenis. No tenia idea que pasaría hoy pero aquel detalle me había alegrado el día en solo cuestión de minutos. Me arregle y salí a las 7:30am tal como decía la nota, cuando salí estaba una camioneta blanca, no podía ver quien estaba adentro pues estaba polarizada pero bajaron el vidrio y observe a Félix, quien bajo y abrió la puerta del copiloto.

-Sube mi amada Covel.

Me reí y subí, no me dejo hacerle ninguna sola pregunta durante todo el viaje solo sabia que iríamos a un lugar seguro o eso creía. Hicimos varias paradas en la gasolinera y compramos algunos alimentos, el viaje fue relajante, con música y sobre todo divertido, fueron aproximadamente 3 horas de viaje. Bajamos en un bosque no tenia idea a donde nos dirigíamos pero confiaba en el asi que no pregunte nada. Habíamos llegado a una tirolesa que al parecer solo estábamos nosotros, al parecer la había reservado. Subimos y se miraba una vista hermosa.

-¿Subes tu primero o tienes miedo?- pregunto Félix.

-Subo primero, que se me hace que el que tiene miedo eres tu- le dije.

-¿Yo? yo amo las alturas, hagamos una competencia ¿Te parece?- dijo retándome.

- Acepto.

-El primero que llegue a la tercera de arriba gana.

Conto hasta tres y empezamos aquel camino, era super competitiva asi que por la rapidez caí unas dos veces pero el gancho me sostenía asi que seguí avanzando cuando llegue a la segunda voltee a ver hacia abajo y estaba Félix lo mas lento y cuidadoso posible, me eche a reír cuando después de una media hora había llegado a la segunda, tenia la cara roja de los nervios y temblaba. Me estaba muriendo de risa cuando me pregunto de que me reía tanto.

-Pues de ti- reí-. No que amabas las alturas.

- Las amo pero soy cuidadoso- dijo defendiéndose-. A todo esto no deberías estar en la tercera tu, ¿Qué haces aquí?

-Pues descansando de todas maneras te ganare.

Seguí y efectivamente le había ganado por media hora de nuevo, había una caseta y pedí una piña colada, para cuando llego Félix ya me la había terminado. Cuando llego no podía ni mantenerse en pie y estaba super decaído. 

-Tráiganme la presión que se me bajo la coca- dijo para luego desmayarse.

- Dramático.

Los que estaban ahí lo atendieron, ya se no hice nada pero sabia que estaba vivo asi que para que me preocupaba. Cuando lo sentaron ya estaba estable.

-¿No me compraste ninguna piña colada?- pregunto.

-¿Pa que? El tiempo que tardaste en subir, mas tu desmayo eso ya seria agua-dije y me reí.

-Al menos, ¿Lo haz disfrutado?- pregunto emocionado.

-Debo admitir que si, a sido divertido y emocionante- dije y le di un beso-.Gracias.

-No agradezca, Falta mas.

Entramos al restaurante y nos sirvieron langosta con vino, la comida estaba siendo super cómoda, habíamos platicado de todo un poco, desde política hasta preguntas de nuestra vida personal, entraron unos meseros con un pastel y una serenata pero se dirigían hacia la mesa que estaba adelante de nosotros, el hombre se había puesto de rodillas y le pidió matrimonio, mis lagrimas salieron de la emoción y todos empezaron a aplaudir. Félix se levanto y me extendió la mano. 

-Vamos, nos queda la ultima parada- dijo con una sonrisa.

Antes de salir me puso una venda en los ojos, no me negué solo le sonreí pues la verdad me emocionaba no tenia idea de que pasaría pero me emocionaba, ya casi daban las 6:00pm y solo senti que subía gradas, llegamos al punto y me quito la venda de los ojos. Mis ojos se llenaron de lagrimas al ver aquel cielo con colores rojo, amarillo y tonos morados, claro el color azul del cielo no se perdía, me había desconectado del mundo por un momento, todo aquello era perfecto, mis lagrimas salieron de mi ojos y senti que Félix me había tomado de las manos asi que dirigí mi mirada hacia el.

-Bajo este mismo cielo de grandes matices que resaltan tu belleza y hacen brillar tus bellos ojos, quiero hacerte una confesión... Después de tanto tiempo que hemos pasado juntos, unos momentos buenos y unos malos a pesar de cada circunstancia no puedo evitar matar los sentimientos que tengo por ti. Ocultarlos cada vez se hacen mas difíciles, mi mirada no miente, todo se salió de control desde que mis ojos empezaron a tener un brillo inocultable cada que te veo, desde que te deje de mirar a los ojos y comencé a ver tus labios, desde que deje de verte con odio y comencé a verte con amor. Lo que mas amo de esto fue que el destino nos puso como enemigos y nosotros tomamos eso como amor. Me encanta, me encanta estar Desafiando al destino. Thea... ¿Puedo ser tu novio?

Mis ojos estaban inundados de lagrimas , aquellas palabras eran las palabras mas bellas que había escuchado, me sentía querida, por primera vez sentía el amor. Los ojos de Félix brillaban, se miraba mas radiante que nunca, se miraba feliz, tenso y algo relajado.

-Si, si puedes ser mi novio- le dije con una sonrisa.

Sonrió y me cargo para darme una vuelta, luego nos besamos bajo aquel cielo llamativo, con los colores mas lindos... El cielo era perfecto, el día era perfecto, el clima era perfecto y Félix era perfecto.

Desafiando al destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora