Capítulo 2.2

1.1K 108 29
                                    

Cartas en la mesa.

Las personas suelen recurrir a las lecturas del tarot para obtener orientación sobre decisiones difíciles, encontrar claridad sobre las relaciones y comprender sus vidas en general.

Todas las del cuartel han tenido la oportunidad de que le leyeran las cartas, y de forma gratuita; gracias a su amiga Mariana.

Dentro del club había cierta tradición que cada cierto tiempo, una del grupo era seleccionada para que la morena le leyera su futuro.

Esta semana la elegida fue la presidenta, la misma Betty.

—¡Ay, mamita!, ya diga que es lo que ve. —se quejó la más alta de todas, al ver que aparecía una sonrisa en los labios de ls recepcionista.

— ¡Sí, Mariana! mire a Bertha, ya le va a pegar algo si no le cuenta —, señaló la ex esposa del 'cheque', a la secretaria de Gutiérrez que dejaba su almuerzo de lado, y se acercaba poco a la morena, esperando que escuchar atentamente lo que fuera que dijera.

—Betty... aquí yo veo una unión, pero no como la anterior, no, está lleva como una línea deslumbrante y calida. —le explicó tocando la carta de las dos copas. — ¿Acaso ya encontró a alguien? —

—¡Uy! Betty, ¿cómo así ya conoció a alguien? —, indagó la colocha.

— ¿Y cómo es?, ¿no tiene a un amigo de casualidad alto? — Sandra se apresuró a cuestionar.

—¡Niñas, por Dios! —, regaño a las mas jóvenes—, esa es la vida de la doctora, no hay porque meterse en ella. — reclamó la más mayor de todas.

— Ay, Inésita, —masculló Sofía. - Pero ella es parte del club, y debe contar, ¿si o no chicas?
—, preguntó, recibiendo una afirmación por las mujeres.

- Bueno, bueno, cuente, Betty, no nos deje así, no nos haga pensar tanto. —pidió Bertha.

— No lo sé, chicas, no he conocido algúien todavía,— Mentira, sólo escuchó de la unión, y pensó en el Valencia, casi no pudo disimular la sonrisa tonta que se presentó en su rostro.

—No será que va a tener al francés, que dejo haya. —curioso Bertha.

—¡Uy, sí! —, yo creo que es ese triple papito la siguió esperando. —

—Aura Maria! —, llamó Inés al ver que la escandalosa del grupo casi se subía la mesa para alcanzar a Betty, y bromear con el tema.

—Pero bueno, Mariana díganos que vas ve. — Pidió Bertha, mientras le pedía a Fabián un jugo. — ¿Cómo es él? —

—Ay, sí, Mariana, ¡díganos! —

—Frescas chicas, aquí veo que es alguien que va a cambiar de manera drástica la vida de Betty, pero no de manera dolorosa, no, al contrario. Además que es alguien que es de corazón duro, pero que ante sus manos se derrite con suavidad, — relataba, sacando un suspiros de todas al escuchar lo ternura de aquellas palabras.

—¿Está segura de eso?, porque se escucha demasiado bonito y hombres así, es cómo encontrar una aguja en el pajar.— Dijo Sofía no creyendo tanto en esa palabras al ser tan bellas.

—Bueno, ¿quién esta leyendo las cartas?, yo.— recalcó la morena. - Y toda cosa que que yo observó es verdad.—le indicó a ella.

—Bueno, bueno, siga mamita, no se detenga. - Sandra intervino
queriendo que relatara todo, sabiendo que si no decía nada las dos mujeres comenzarian a pelear.

—Pues veo que es una persona segura de sí misma y de carácter fuerte que sabe lo que quiere y sabe cómo conseguirlo,— expreso sin quitarle la mirada a las cartas que eligió Beth. —También es una persona directa y honesta que no teme decir lo que piensa.—

Comenzar de nuevo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora