Amor Inmarcesible (2yeon)

Capítulo 5.

Los ojos de Jeongyeon detallaban las flores que reposaban a un costado de aquella lápida de mármol que se encontraba sobre el césped, el sol no brillaba tanto haciendo saber que el invierno se acercaba más rápido de lo que imagina, y el viento hizo sacudir las hojas de un árbol que se encontraba a su izquierda.

— No te imaginas cómo han cambiado las cosas. — Dijo para luego apretar su mandíbula.

Arregló un mechón de su cabello mientras intentaba esconder el rostro en el ligero abrigo que llevaba aquel día, definitivamente el verano ya se
había despedido de la ciudad.

— ¿Te acuerdas aquella vez que me dejaste ganar en la carrera de alta velocidad en la competencia de atletismo para poder impresionar a Nayeon? — Recordó riendo levemente.

Su mente viajó 7 años atrás, aquel día estaba nerviosa porque Nayeon iría a verla competir, para Jeongyeon estar en el equipo de atletismo era sólo una
de las tantas actividades deportivas que amaba, ya sabía que Nayeon había ido a varias carreras sin que se conocieran aún, pero las cosas habían cambiado.

— Te prometí que si me dejabas ganar te compraría aquel CD de Justin Bieber que tanto querías.

Y claro que había cumplido la promesa luego de que durante la carrera su amiga bajó la velocidad en el último tramo dejando que ella ganara sin mucha diferencia ya que pese a todo Jeongyeon era una excelente atleta.

— Y ahora resulta que Nayeon se quiere divorciar…

Se removió en el lugar sintiendo que el frio le congelaba las manos que tenían una leve capa de sudor por el nerviosismo. Miró la hora en su reloj en la muñeca izquierda y volvió a arrodillarse frente a la lápida.

— No tengo idea qué hacer... Seguramente tú sabrías qué decirme… Te extraño tanto…

Limpió lentamente la leve capa de tierra que estaba sobre la superficie, pasando los dedos por el nombre marcado ahí: Son Chaeyoung

…

Nayeo. sintió cómo su hija se removía en sus brazos despertando de la siesta, por lo cual ella misma también abrió los parpados dejando ver el divertido peinado que tenía la pequeña y cómo ésta le examinaba.

— Hola mi vida. — Dijo acariciando uno de sus brazos.

La pequeña se removió manifestando que quería bajar de la cama, Nayeon la tomó en brazos y bajó a la primera planta donde se acomodó con ella junto a los juguetes.

La miró detalladamente, tenía el cabello de un castaño oscuro que no llegaba al negro, una piel del mismo tono que ella y unos grandes ojos color café claros si bien no eran idénticos a los de Jeongyeon eran igual de intensos y característico. Su hija le sonrió entregándole un peluche de panda  y ella le devolvió la sonrisa al detallar sus pequeños 4 dientes de un color blanco brillante.

— Que haría yo sin ti.

Volvió acariciar la espalda de su pequeña mientras ésta sólo ponía atención a sus juguetes, el día estaba más frío de lo que pudiese llamar otoño en aquella ciudad, Jeongyeon había salido luego de que ella llegara del trabajo, pero no había mencionado hacia dónde, no habían hablado en todo el día, pero aún podía sentir cómo Jeongyeon había estado haciéndola suya por horas en la noche anterior.

¿Se había precipitado? ¿Debería haber hablado más con Jeongyeon antes de decidir que quería divorciarse?

Hoy debía hablar con su esposa, debía preguntarle si ella ya tenía un abogado, y si entre ellas podían llegar a un acuerdo del divorcio y de la custodia de Chaeyoung… O si todo debía ir finalmente a un juicio, opción que le hacía doler el pecho de miedo.