Melian Lins
Cuando me levanté, lo único en lo que pensé fue en que era un día nuevo y no iba a dejar que nada de lo que pasó ayer me afectara en el día de hoy. Aunque al parecer mi madre no me iba a ayudar en eso, ya que cuando bajé a desayunar, ella ya estaba sentada con un vaso de leche esperándome.
- Ya me preocupaba que no fueras a ir al instituto – mi madre por la mañana no es de esas personas que se levantan de buen humor, más bien todo lo contrario.
- ¿Por qué no lo haría? - La verdad es que lo último que quería hacer era tener una conversación con ella, pero a fin de cuentas es mi madre.
- No sé, como ahora parece que pasas de tus responsabilidades. – suspiré, menos mal que iba a ser un día nuevo sin tener en cuenta todo lo que pasó ayer – Bueno, me voy a trabajar, la leche está en la nevera – cogió su chaqueta y su bolso – y recuerda que hoy entrenas en el club – me advirtió antes de salir de casa.
Desayuné y luego de media hora en la que me preparé para ir al instituto me fui a casa de Lucia para recogerla e ir las dos juntas al instituto.
- ¿Cómo estás? - Fue lo primero que me dijo después de abrazarme.
- Bueno, la verdad es que no sé como me siento – pusimos rumbo al instituto.
- ¿Y eso?
- Lo de siempre, discusiones con mi madre, – Lucia conoce bastante bien a mi madre porque somos amigas desde los tres años y nunca nos hemos separado – si a esto le sumamos la ruptura con Mateo y su traición – ella me miró como si no me entendiera – es verdad que no te lo he contado, ayer fui al gimnasio y apareció Jared y me contó que Mateo se quería apuntar a su club.
- ¿Cómo? - me miró ilusionada - ¡Jared fue a buscarte hasta el gimnasio! ¿Sabes lo que eso significa? - negué - ¡Melian! ¡El encantado y seductor Jared fue ayer a buscarte! - me gritó.
- ¿Has escuchado lo que te he dicho sobre Mateo?
- No, perdón, me he quedado pensando en lo que has dicho de sobre Jared – quiero mucho a Lucía, pero eso no hace que odie lo despistada que es a veces.
Le volví a contar lo que Jared me contó sobre Mateo, lo que hizo que el poco camino que nos quedaba hasta llegar al instituto se lo pasara insultando a Mateo y diciendo lo mucho que lo odiaba.
No me gustaba estudiar, me aburría y no sé qué quiero hacer en un futuro con mi vida, antes tenía clarísimo que iba a ser atleta, luego ocurrió el accidente y eso ya no va a pasar, lo que me hace replantearme bastante como va a ser mi vida en un futuro, por eso sigo estudiando en el bachiller científico, que según mi padre es el mejor, aunque a mí el que más me gusta es el bachiller de artes escénicas y música, pero por unas cosas u otras, ahora mismo estoy en clase de biología dando el sistema nervioso, esta profesora se llama Sonia y me cae muy bien, pero es que no me entero de nada en sus clases, se me hacen larguísimas.
Después de esa clase, tenía informática e inglés, otra asignatura en la que no entiendo nada y lo intento, pero lo único que consigo es sentirme completamente tonta, por eso me da vergüenza hablar inglés delante de la gente y si encima mi profesora no hace nada por ayudarme aún peor.
- Por fin, ha acabado – le dije a la chica que se sentaba en esta asignatura a mi lado.
Su nombre es Lu, es una chica muy alta y extrovertida, es pelirroja y tiene unos ojos grandes de color verde y aunque a primera pueda parecer que es una antipática, es una chica buenísima, también tiene algunas pecas en la cara que hacen que sus ojos resalten aún más, nos hemos conocido este año porque ella era nueva en el instituto y como Ruth está en su pueblo, yo también estaba sola, así que nos juntamos y ahora somos muy amigas, hemos creado un grupito de amigas con las que nos juntamos en los patios y quedamos fuera del instituto.
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3.000 Metros Contigo
Teen FictionMelian es una adolescente miembro de un club de atletismo, su trabajo es ayudar a su familia a llevar adelante el club. Jared es miembro del club rival de Melian, ellos se odian. O eso parece. ¿Qué pasará cuando descubran toda la verdad de lo que el...