Su pecho subía y bajaba lentamente mientras su rostro permanecía impasible. Hyungwon levantó su mano y con mucho cuidado apartó los cabellos de la frente ahogando un suspiro. Con la yema de los dedos acarició la mejilla pálida bajando lentamente a la barbilla. Cerró los ojos inclinándose sobre el cuerpo de Hoseok, sintiendo la respiración tan cerca de sus labios que creyó que se moriría. La abstinencia de esos deliciosos labios era un castigo que cada día le costaba más soportar. Acarició con su nariz la del mayor y se planteó la posibilidad de darle un rápido beso, mientras fuera cuidadoso, Hoseok no se despertaría.
Tomó la decisión de hacerlo y a pocos centímetros de juntar sus labios cuando sintió una mano apretar la suya. Hyungwon se alejó rápidamente solo para comprobar que su sexy chico del mini mart tenía los ojos cerrados, pero sostenía su muñeca con fuerza. Tragó saliva levantándose tanto por la presión que su mano le permitía.
—¿Qué haces? —preguntó Hoseok abriendo los ojos.
Hyungwon se rascó la nuca nervioso.
—Tenías más de medio día durmiendo y pensé que habías muerto —Hyungwon sonrió. Tomó la mano de Hoseok y la separó de su muñeca—. Me alegra que estés despierto.
Hoseok enarcó una ceja mientras lo miraba fijamente.
El alto cruzó los brazos sobre el pecho y frunció el ceño. Si Hoseok quería hacerse el intimidante, él no demostraría lo mareado que se sentía ante su mirada. Puso su expresión más aburrida, esa que usaba cuando su papá le hablaba de la "buena suerte" de la familia Chae para multiplicar su descendencia. Joder. Era un alivio tener demasiados primos y cada uno con esposa e hijos, así sus padres no estarían tan molestos cuando les dijera que babeaba por el cajero de una tienda de conveniencia. Aunque ellos lo habían dicho... "Hombre o mujer, consigue una pareja antes de tu cumpleaños".
Por supuestos los embajadores del amor querían que su hijo único los honrara manteniendo una relación de verdad.
—No deberías estar aquí —dijo Hoseok después de un rato de absoluto silencio. Se levantó de la cama esquivando a Hyungwon y arrastró los pies hacia la pequeña habitación que consideraba como baño—. Gracias por traerme, pero es hora de volver a tu casa.
Hyungwon salió de su burbuja y parpadeó rápidamente.
—¿En serio quieres que me vaya?
Hoseok asintió cerrando la puerta detrás de él.
Luego de quince minutos, que ocupó para asearse y darle tiempo a Hyungwon de irse, Hoseok volvió a salir. Levantó la mirada del suelo y se asustó de ver al hombre alto de pie enfrente de la ventana. Lo escaneó de pies a cabeza para comprobar si estaba listo para irse, pero parecía muy cómodo usando sus pantuflas y fumando un cigarrillo.
—Quiero que lo hagas.
Hyungwon encogió los hombros.
—No puedo irme. No quiero estar solo —susurró lanzando el cigarro por la ventana.
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Love or Sin?
Historia CortaEn la sombra de amores reprimidos, dos almas errantes, destinos divididos. Dos hombres que se amaron con pasión, un lazo quebrado, roto corazón. El eco de sus suspiros perdidos, en el rincón oscuro de amores prohibidos. Un adiós resonando en la penu...