Mi esposo [Kookv]

•Capitulo único •

—Señor Jeon, un tal Park Jimin desea verlo ¿Lo dejo pasar?

Un pitido insoportable resonó en sus oídos, los latidos de su corazón se escuchaban como un eco. Los documentos que tenia en las manos cayeron sin que él pueda evitarlo.

—¿Señor? —Volvió a escuchar a su secretaria llamar.

Trago el nudo que tenia en la garganta con un poco de dificultad y se forzó a responder: —Que pase—Dos simples palabras, pero fue tan difícil para el haberlas dicho.

Fijo su mirada en la puerta de su oficina y cada segundo que pasaba sentía que iba a explotar algo ocasionando un desastre uno que solo su exesposo era capaz de ocasionar, uno al que no estaba preparado pero tampoco haber huido, él no era un cobarde, Jeon Jungkook era el típico hombre que se hacia responsable de todas las consecuencias buenas o malas que sus acciones ocasionaban, su lema era "Si quieres tener éxito, da la cara y enfrenta lo que has hecho" y hoy, seria el dia en que una vez más aplicaría sus propias palabras.

La puerta se abrió y apareció su secretraria quién le dio una sonrisa diplomática, Jeon le devolvió el saludo pero su sonrisa se disfiguro al momento en que unos ojos negros se encontraron con los suyos. El ambiente se volvió tenso y Hanni lo noto, no sabia que es lo que estaba pasando ni quién era el doncel junto a ella y porque su jefe parecía que hubiera visto a un fantasma. Se aclaro la garganta y pidió permiso para salir y salió.

Jungkook miraba fijamente al doncel de ojos negros, al doncel que hace más de siete años habia amado y entregado su corazón, al doncel que habia sido su primer amor, al que habia convertido en su esposo después de una breve relación, al doncel que en su momento fue el padre de su pequeña niña. Al doncel que habia dañado y rechazado su corazón, su amor, al doncel que lo abandono por no poder soportar la perdida de ese ángel, de esa niña que iba a ser su primera hija nacida, a ese doncel que después de perder a su niña lo dejo sin mirar atrás. A ese doncel que lo redujo a escombros y lagrimas. A ese doncel que no habia hecho mas que abandonarlo cuando las cosas se pusieron negras.
Espero sentir algo, alguna sensación, emoción o sentimiento al verlo de nuevo después de siete largos años pero nada paso. No sentía nada, ni tristeza, ni remordimiento, ni rencor, simplemente nada y eso solo logro darle una completa paz lo cual le hizo sonreir inconsientemente.

Jimin se habia paralizado, hace más de siete años que no habia visto al amor de su vida, a su primer amor, su esposo. Estaba asustado. Cuando llego de Ucrania después de una larga terapia para superar la muerte de su pequeña hija que nisiquiera pudo conocer porque se habia negado a creer que su niña habia muerto. Su corazón habia estado inquieto por pensar que su Jungkook lo repudiaría y le guardaría rencor después de lo que le habia hecho pero después de que Jungkook le habia sonreído su corazón se sientio mas tranquilo porque que si él le habia sonreído solo significaba una cosa, que Jungkook estaba feliz de verlo, que seguía amándolo como él lo hace, que seguía esperandolo. Y ahora Jimin esta dispuesto a intentarlo de nuevo, ya no era el mismo que hace siete años, ese doncel se habia ido. Ya no estaba deprimido, ya no sentía culpa por haber perdido a su hija, ahora él estaba dispuesto a recuperar el tiempo perdido y quién sabe quizás a intentar tener otro bebé junto al hombre que ama, su hombre.

—Jungkookie, amor no sabes cuanto te extrañe—Chilló Jimin con un sonrisa brillante.

Jeon frunció el ceño sin entender a que venia eso pero antes de que pudiera decir palabra alguna Jimin volvió hablar—Jungkook, ¿amor, que pasa? Soy yo, Jimin— El doncel enfatizó.

Jeon lo miro por un breve momento antes de responder: —Se quien eres Jimin, lo que no se es que es lo que haces aquí.

Jimin fruncio el ceño sin comprender porque Jungkook decía eso, si estaba más que claro que había regresado para recuperar el tiempo juntos, lo miro unos segundos hasta que una razon del porque Jungkook decía eso se le vino a la mente, quizá Jungkook aún no procesaba que esta de regreso, que volvió por el. Por ellos. Por lo que lo dejo pasar y en vez de replicar dijo—Amor, estoy cansado, acabo de llegar a Corea, vine de frente a verte después de que mi avión aterrizó ¿Te parece si vamos a casa y allí seguimos hablando? —Volvió a darle esa sonrisa brillante que lograba que sus ojos se cerrasen ante la acción.