Prólogo

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Tomé aire de un jalón.

Abrí los ojos y me senté, sobresaltada.

El cielo seguía rojo y los edificios combinaban con él...

De milagro, mi corazón aún latía y mi cuerpo estaba intacto, pero... ¿Cómo? ¿Por qué?

Estoy segura de que debí morir en este exterminio... Por torpe e ingenua...

Yo no debí estar en el infierno para empezar...

Pero así es la vida, te trata mal incluso después de la muerte..., ¿no?

Me levanté del suelo y sacudí toda la suciedad de mi ropa. Miré a todos lados, no había ni un alma... ¿Entonces cómo es que-...?

— Veo que estás un poco confundida. Deja que sea yo quien aclare tus dudas...

Su voz me embelesó con facilidad y entré en una especie de trance que me hizo querer escucharla más...

Lo miré... y fue el peor error que cometí después de mi muerte...

— Eres un caso especial, así que tu alma vale mucho por acá...

¿Qué?

— Puedo asegurarme de que no mueras por segunda vez... Si me das tu alma.

Mi alma...

Es un trato que sin duda no quiero hacer.

— L-lo lamento, pero no te daré mi alma a cambio de protección— me contraje.

— Mmh... Interesante— sonrió— ¿Y si te aseguro bienestar y calidad de vida también? Puedes tener tu vida de humana, sin preocupaciones por nada.

—... Protección en el exterminio..., calidad de vida... y bienestar... ¿Por mi alma?

— ¡Así es!— extendió su mano— ¿Qué dices?... ¿Tenemos un trato?

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Continuará...

Cadena tras cadena (Husk y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora