Es tan difícil soltar a alguien con quién pasaste cosas maravillosas, algunas de las cuales hiciste por primera vez.
Es doloroso pensar que por decisiones equivocadas dejaste ir personas que lo valían todo. Es duro saber que la ansiedad te persigue siempre cuando más feliz estás.
Siempre me culpo de cada decisión o me culpo de no hacer nada al respecto. De no hacer nada cuando sé que me autosaboteo. Tener este maldito defecto el cuál me hace replantearme cada una de las cosas que me suceden. Es un martirio constante dentro de mí.
¿A qué costo he tenido que hacerme fuerte?
¿Hasta cuándo dejará la vida de ponerme pruebas tan difíciles?
¿Qué otra cosa debo perder para salir de todo esto?
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Todo lo que no te dije
RandomPara ti lector, que has perdido tanto, refugiate en estos versos. Sana tu dolor y si quieres llorar, lloremos juntos. Todos los Derechos Reservados.