La ansiedad me está comiendo la cabeza. La negatividad está adueñándose de mí. La ira se mantiene como una crispante llama en mi interior. Mi voz interna me está jugando una mala pasada.
No puedo hablar sin derrumbarme. No dejo de pensar que cosas malas vendrán a mi vida y quizás sea así, todo lo atraemos con la mente ¿No es cierto?
Gracias a este mal encarnado, dejé ir lo que más amo en este mundo, he perdido amistades, compañeros, estoy alejándome de mi propia familia y me estoy condenando a un pozo sin salida, un pozo el cual yo misma he creado con el paso de los años.
Me guardo todo siempre y cuando exploto es la peor parte, es el peor defecto de mí, porque ni siquiera me detengo a pensar en las consecuencias que mis actos conllevan.
No es fácil vivir así, no es fácil salir de aquí. Nadie va a entender jamás lo que es llorar a las tantas de la madrugada porque sientes una opresión en el pecho que no te deja en paz.
Porque tienes crisis en las cuales no puedes respirar, no dejas de temblar y no dejas de pensar en mil y un escenarios en donde solo hay soluciones fatalistas.
Lo peor de mi persona es que puedo llegar a conformarme con lo que creo merecer y yo no merezco esto. No merezco este dolor, ni este sufrimiento, no merezco estar dudando de mi misma, no merezco tener ansiedad, no merezco tener tanta depresión dentro de mí.
Quise seguir con mi vida y no me fue posible. Quise ser feliz a pesar de todo y no me salió la jugada puesto que sigo arrastrando los mismos patrones que antes.
Necesito que me ayuden pero no soy capaz de pedir ayuda. Necesito que me escuchen pero no soy capaz de hablar de lo que siento. Necesito que me entiendan pero ni yo misma lo hago.
Mis dudas, inseguridades, miedos, excusas y suposiciones me han traído hasta dónde estoy ahora. Parece como si estuviera muerta en vida. Estoy en un estado de neutralidad total en donde ya me da igual todo, quizá por eso dejé ir todo.
Quizá fue por eso el que me convertí en este ser lleno de sombras. No puedo volver a la luz que era antes y necesito ayuda.
Ya nada de esto me parece normal.
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Todo lo que no te dije
RandomPara ti lector, que has perdido tanto, refugiate en estos versos. Sana tu dolor y si quieres llorar, lloremos juntos. Todos los Derechos Reservados.