Las luces intermitentes de los semáforos pintaban destellos de color en el lienzo urbano ante mis ojos, mientras que cada cambio desencadenaba un compás acelerado en mi pecho y una tormenta de pensamientos ansiosos en mi mente. Anhelaba la calma, deseaba quedarme quieta en el asiento, pero mis piernas se movían involuntariamente, una danza nerviosa que era alimentada por el doloroso agarrotamiento de mis músculos.
La cálida brisa de la calefacción del auto intentaba adormecer mis sentidos, pero sentía cómo el sudor perlaba mi frente y mis axilas, una evidencia tangible del calor interno que ardía en mi interior. Mis temores se centraban en la posibilidad de que mi cuerpo desprendiera un olor desagradable, amenazandome con opacar cualquier interacción social. Cada vez que me sumergía en la multitud, la ansiedad se apoderaba de mí al igual que una sombra, oscureciendo mis pensamientos con la preocupación constante de que los demás pudieran percibir un aroma indeseado emanando de mi ser.
Era una batalla interna, entre la necesidad de conectar con los demás y el temor de que mi olor corporal se convirtiera en una barrera infranqueable, separándome de aquellos a quienes deseaba acercarme.
¿Acaso soy la única que se siente así? Me preguntaba con inquietud, mientras mis pensamientos giraban en torno a la paranoia de ser descubierta por algo tan mundano como el olor corporal o incluso algo peor, como el tartamudeo.
Fue entonces cuando decidí tomar medidas, optando por desodorantes diseñados para hombres, confiando en que su supuesta durabilidad de 48 horas me brindaría la seguridad que tanto anhelaba. Sin embargo, no preví que esta situación pasaría, y dejé mi bolso en casa, llevando solo mi abrigo como un escudo, como un acto de autodefensa contra las personas indeseables que pudieran cruzarse en mi camino.
Aunque intentaba disimular mis preocupaciones frente a Dalton, sabía que mi rostro traicionaba mis pensamientos; mi expresión facial era demasiado elocuente como para ocultar mis verdaderos temores. Mis ojos se desviaban hacia él de vez en cuando, buscando algún indicio en su mirada. Pero me esforzaba por mantener una apariencia serena, ocultando mis diálogos internos detrás de una máscara de indiferencia.
―Tengo un perfume de ambiente, si quieres ponerte. ―indicó con un gesto de cabeza hacia los asientos detrás nuestro.―Debería estar aquí. ―extendió su brazo hacia la parte de atrás sin despegar la mirada del camino, y me lo entregó sin mirarme.
Tomé entre mis manos la bolsa de papel madera con un logo de laureles verdes, y en medio de ellos se leía: "Surprises Shine" en cursiva. La textura rugosa del papel transmitía una sensación reconfortante, como si contuviera algo más que un simple perfume de ambiente.
Una mezcla de gratitud y sorpresa se apoderó de mí mientras agradecía internamente la consideración de Dalton. En ese momento, la bolsa se convirtió en algo más que un contenedor de perfume; era un símbolo comprensión. Sentí una conexión con mi compañero de viaje, como si hubiéramos cruzado una barrera invisible y compartiéramos un entendimiento silencioso. Mientras abría la bolsa, la fragancia delicada del perfume se escapó, inundandonos con una esencia suave y reconfortante. El gesto no solo alivió mi preocupación por el aroma, sino que también creó un ambiente agradable y acogedor en el pequeño espacio del vehículo.
Agradecí con una sonrisa a Dalton, aún sintiendo el eco de la gratitud en mi interior. La noche prometía sorpresas, y me di cuenta de que mi compañero de viaje estaba dispuesto a hacer que fuera especial de todas las maneras posibles. Y me lo coloque con delicadeza por mi cuerpo, brindandome seguridad y autoestima.
―¿Cómo es que...?
―Bueno, siendo sincero, crecí en una familia de mujeres, y el único hombre era mi abuelo.―me contó con una risa cómplice y nostálgica en sus ojos.―Además, mi hermana hace velas y aromas para vender.―hizo una pausa, como si recordara algo, y luego añadió con una sonrisa suave:―Fui a visitarla y me regaló una de vainilla. Pero siempre olvidaba bajarla, a ti te tocó la suerte.
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Colorimetría del Amor
Romance..."Voy a perturbarte, cada fibra de tu ser anhelará por mí y pedirás ser mi musa. Desde ahora, seré yo quien capture tu esencia en esa cámara."... ..."Pierdes tu tiempo, siempre he tenid...