Tú siempre decías que yo era auténtica, que nunca deje de ser yo por nadie porque me lo debía a mi misma, que era por eso por lo que te gustaba, pero supongo que he cambiado desde la última vez que te besé.
Ahora me piden que me parezca más a las personas de mi edad, piden que aprenda a hacer lo que hacen y lo que no.
Y es que no encuentro la fortaleza que antes tenía para poner mi marca en todo lo que hacía, ahora me dedico a perfeccionar el arte de la copia, para parecerme a ellas.
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¿366 formas para recordarte?
Teen FictionTe invito a entrar, la mesa está puesta; disfrútala y relájate en este espacio de mi mente.