Cada pedazo que me dejabas ver de ti me cautivaba, estabas hecho de pedacitos de todo lo que me gusta. Desde tu sabor de helado hasta los besos en la frente me hacían sentir el corazón más acelerado y mi cara más caliente.
O talvez es que me empezaba a enfermar, enfermar de amor.
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¿366 formas para recordarte?
Novela JuvenilTe invito a entrar, la mesa está puesta; disfrútala y relájate en este espacio de mi mente.