Burbujas bailaron a mi alrededor y al verlas vi mi reflejo; mis ojos, tan cafés como los tuyos, me hicieron recordar la última primera tarde de Febrero.
Yo había llegado cansada a casa, no había comido y llegué adormilada, pero tú estabas en mi puerta, y tu sonrisa me llenaba de energía.
Me ofreciste una pelota de fútbol, tu deporte favorito, que para mí era prácticamente imposible, pero el cuál tú te empeñabas tanto en enseñarme; jugamos como niños pequeños hasta que los últimos rayos de sol fueron atrapados en tus ojos, y que me hicieron soñarte por primera vez.
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¿366 formas para recordarte?
Fiksi RemajaTe invito a entrar, la mesa está puesta; disfrútala y relájate en este espacio de mi mente.