𝓤𝓷𝓪 𝓢𝓮𝓰𝓾𝓷𝓭𝓪 𝓞𝓹𝓸𝓻𝓽𝓾𝓷𝓲𝓭𝓪𝓭 ✶

✶𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 26: 𝚃𝚎 𝚊𝚖𝚘 𝚢 𝚗𝚘 𝚎𝚜 𝚖𝚎𝚗𝚝𝚒𝚛𝚊✶

Eren se sentó en la habitación del hospital donde mantenían a Aqua. Tan pronto como lo llevaron al hospital, inmediatamente lo sometieron y utilizaron su tecnología especial no solo para quitar la cuchilla sino también para vendar la herida. Todavía estaba dormido en la cama y debería despertarse hoy.

Ai estaba junto a su cama, sentada en una silla y con la cabeza apoyada en la cama. Ella se negó a separarse de su lado y se quedó dormida. Eren puso una manta sobre su cuerpo para mantenerla abrigada mientras dormía. Parecía pacífica por primera vez desde ayer.

Ruby estaba dormida en el suelo, usando una manta como futón improvisado y otra para mantenerla abrigada. Cuando entraron a la habitación del hospital, Miyako y Ruby ya estaban allí, Ruby ya estaba dormida porque era muy tarde y estaba cansada por los eventos del concierto. Ai se aseguró de quedarse callada para no despertarla.

Eren sintió el sol de la mañana golpear sus ojos a través de la ventana. Llegué muy temprano en la mañana y él no durmió nada. Estaba cansado, pero todavía estaba en modo de combate. Se mantuvo despierto para estar atento y proteger a la joven madre y a sus hijos. Además, su mente estaba demasiado ocupada para permitirle descansar.

Casi pierde a Ai y, peor aún, ella casi muere por su culpa. Él fue quien la puso en peligro. Sergei le advirtió que utilizarían a otras personas en su contra. Eren fue un tonto y no lo escuchó. Decidió hacer lo que siempre hizo, luchar y seguir adelante, condenando las consecuencias. Nunca le importó la vida de quién arruinaría, siempre y cuando siguiera avanzando.

Pero ahora la vida de Ai estaba en peligro. Estaba siendo utilizada para provocarlo a pelear. Eren cuidó de ella y de sus hijos. Era una muy buena mujer y una madre increíble. Ella no merecía ser utilizada como un peón para atacarlo.

Ya era demasiado tarde. La propia estupidez y comportamiento imprudente de Eren la ponen a ella y a su familia en peligro. Estaría a salvo ahora si él nunca apareciera en su vida.

Eren miró a Ruby. Era adorable, una niña amable, dulce e inocente que amaba a su madre y disfrutaba de su vida. Era difícil no preocuparse por ella, especialmente por lo mucho que intentaba hablar inglés.

Aqua era como mirarse en un espejo. Esa misma actitud imprudente y total falta de consideración hacia los sentimientos de su madre. Sabía que Aqua se preocupaba por su madre, pero nunca lo demostró, aunque no exteriormente. Deseó que Aqua no tuviera que pasar por los mismos sentimientos que Eren cuando era niño.

Eren no tenía dudas de que si el jefe mataba a Ai, Aqua dedicaría su vida a destruir a la Yakuza. Tendría la misma mirada enloquecida de venganza e ira que tenía Eren el día que juró matar a los Titanes. Aqua era exactamente igual a él en muchos sentidos.

Eren puso su cabeza entre sus manos, el fuerte dolor de cabeza y el dolor simplemente no desaparecían. Olvidó lo molesto que era no curarse instantáneamente de las heridas. También podría decir que le dejaría una cicatriz, ya que el corte en su frente sin duda dejaría una cicatriz y permanecería permanente. Eren tomaría todas las desventajas de ser un cambiaformas solo para poder sanar instantáneamente nuevamente. El dolor sordo y constante era muy molesto. 

De repente, Eren escuchó un movimiento proveniente de la cama de Aqua. Parece que el niño se estaba despertando.

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Aqua no recordaba dónde estaba ni qué pasó antes de irse a dormir. Luchó por reconstruir algo, sintiendo como si estuviera despertando de un sueño largo y sin sueños. Miró a su alrededor para considerar dónde estaba.