El bolígrafo se movía sobre sus delgados dedos, girando y regresando a la misma posición para volver a realizar nuevamente el mismo movimiento, mientras su mirada estaba posada en la mujer que estaba frente a ella, con un abdomen abultado y un papel de que decía "Prueba de embarazo", sobre el escritorio.
—Estas diciendo...¿Qué estás embarazada de mi esposo? — preguntó, manteniendo su rostro serio, pero con un ligero tono de burla.
La mujer apretó suavemente sus labios y cerró sus manos en puños, siendo ajenos a la vista de Lisa, quien se mostraba tan calmada frente a ella, cosa que le preocupaba un poco.
—Sí, es de su esposo — concluyó, tratando de verse convencida y segura.
Lisa se quedó unos momentos en silencio, detallando cada fracción del rostro de la mujer frente a ella, soltó un suspiro y recargo sus codos encima de su escritorio perfectamente ordenado y limpio.
—¿Cómo te llamas? — preguntó.
—Soy Kim Tae Hee — respondió con firmeza.
Lisa sonrió y de lado y asintió. —Mira, Tae-Hee, es mejor que dejes de fingir, sé de las mujeres como tú y como se las gastan — dijo, sorprendiendo a Tae-Hee, sin embargo, trato de mantenerse firme en su mentira. —¿Embarazada de mi esposo? —pregunto Lisa con cierta burla. —No digas tonterías, conozco a mi esposo y sé que no se metería con una lagartona como tú, mi esposo tiene mejores gustos, así qué tú no eres parte de ellos, deja de fingir y acepta que eres una estafadora como los demás.
Tae-Hee mordió su labio inferior con fuerza y se puso de pie. —Púdrete.
—Igualmente — respondió Lisa, sonando burlona.
Tae-Hee bufó molesta y salió de la oficina molesta. Lisa se recargo en el respaldo de su silla y suspiro, a los pocos momentos, entró su secretaria.
—¿Otra estafadora? — preguntó la rubia con una sonrisa burlona mientras veía su tableta y se sentaba enfrente del escritorio de Lisa.
—¿Cuántas van en esta semana? — preguntó mientras regresaba su mirada a los documentos que tenía frente a ella.
—Hasta ahora van como quince — respondió la rubia, mirándola. —¿Qué tienen en contra de tu esposo, eh? — rió divertida.
—No lo sé, ni siquiera es famoso o algo así para que hablen de él — dijo, alzando los hombros, manteniendo su expresión seria e indiferente. —¿Cuál es mi agenda de hoy?
—En media hora tienes junta con los empresarios y socios, a las dos de la tarde tienes una comida con el jefe de la empresa Kim, después de eso, tienes una reunión con el señor Shin y...
Rosé continúo dándole sus horarios del día, mientras que Lisa los memorizaba rápidamente y pensaba en lo que tenía que hacer en cada reunión.
Lalisa Manoban, presidenta y dueña de los hoteles más lujosos y famosos del mundo, sus hoteles no sólo abarcaban en Corea del Sur, sino también en Tailandia (su país de origen), Estados Unidos, China, Rusia, México, Reino Unido y Japón. Su liderazgo al ser una mujer, es respetado por sus socios, compañeros y trabajadores, quienes la admiran, debido a que es una mujer de valores, inteligente, disciplinada y muy entregada a su trabajo, sus socios jamás han tenido una queja de los negocios o tratos que hacen con ella.
Lisa era la mujer del momento, era el estándar de belleza y de la mujer ideal que todo hombre deseaba como mujer, sin embargo, ese gran honor se lo llevó su esposo, Jeon Jungkook.
Jeon Jungkook lleva tres años casado con Lisa, la cual lo apoyo en poner una cafetería en el centro de Seoul, en la cual trabaja en el día, mientras su esposa trabaja en una gran empresa. Al principio hubieron muchos rumores y noticias de que Lisa humillaba a su esposo y lo hacía menos, sin embargo él mismo salió a desmentir todos esos rumores contra su esposa.
A Lisa le dió igual lo que decían, le importaba muy poco, pero a su esposo no, así qué simplemente lo dejo decir lo que quisiera.
Últimamente habían estado llegando mujeres a su empresa, diciendo y afirmando que estaban embarazadas de su esposo, sin embargo, Lisa las desmentía en un abrir y cerrar de ojos, confiaba en Jungkook y sabía que su esposo no era capaz de hacer algo así.
Lisa era muy seria, a veces amable, considerada pero muy directa, cuando algo no le gustaba o no le parecía, lo decía sin andarse por las ramas.
Sí, esa era Lalisa Manoban.
La mujer que era inversionista, emprendedora, líder, dueña y una gran esposa.
Porque ella podría estar es su estudio trabajando, en la cocina preparando el desayuno, en la cama con su esposo y en su empresa liderando.
Cambiaba de posiciones por su marido y por ella misma.
—LaOmmaChida💜💜✨✨✨
Probablemente está historia sea corta, pero ya veremos dijo el ciego.
¡Los amo muchísimo mis bellos y preciosos bebés! 💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋
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»Positions 🍓 +18 [ Lizkook ]
أدب الهواة"Chico, estoy tratando de conocer a tu mamá un domingo, luego hacer mucho el amor un lunes, nunca necesitaré a nadie más, cariño, porque estaré cambiando las posiciones por tí, cocinando en la cocina y después estoy en el dormitorio" •Lizkook •Lisa ...