ex - jiwoong & gunwook

V.

Jadeaste, tu cuerpo aún temblando por el orgasmo. Jiwoong salió lentamente de ti y gemiste suavemente. Sentías cómo su semen se escurría saliendo de ti, bajando por tus muslos. Suspiraste, mirando a Gunwook.

Él se masturbaba lentamente, mirándote con deseo. Mordiste tu labio, observándolo mientras se tocaba. Podías ver cómo su pene brillaba y eso te llenaba de anhelo por ser tocada.

— Por favor — suplicaste, mirándolo. — Por favor.—

Gunwook gruñó, acercándose a ti. Se inclinó y te besó en los labios mientras acariciaba tu muslo.

—¿Necesitas mi pene, cariño?— Preguntó, besándote de nuevo. Tú le correspondiste, asintiendo.

Se rió, apartándose del beso y colocándose sobre ti. —Dios, eres insaciable. ¿Quieres que esté dentro de ti? ¿Quieres que te haga sentir bien como Jiwoong lo hizo? Apuesto a que te encantó cómo te penetró, ¿verdad? Apuesto a que te hubiera gustado aún más si hubiera sido yo. Te hubiera follado mucho mejor que él. Te hubiera hecho sentir tan bien, cariño. Te hubiera hecho sentir como una maldita puta.—

—Sí,— gemiste, alcanzándolo. Todavía estabas tan sensible por tu orgasmo y el solo pensamiento de Gunwook tocándote te hacía ansiar más. Lo necesitabas tanto. —Por favor, por favor.—

—¿Por favor qué?— Gunwook preguntó, agarrando tus muñecas y subiendo tus brazos sobre tu cabeza. Gritaste, mirándolo mientras colocaba su otra mano contra el sofá. Te estaba acorralando, sujetándote mientras jadeabas debajo de él. Sentías como si flotaras, tu cuerpo hormigueando con su contacto. Lo necesitabas tanto que te mareabas.

—Te necesito—, gemiste, mirándolo mientras te besaba. —Por favor. Por favor, por favor.—

—¿Por favor qué? ¿Quieres que te folle? ¿Quieres que te haga sentir bien?

—Sí. Sí, sí.—

—Dime—, gimió, deslizando su mano por tu estómago hasta llegar a tu intimidad y rozando sus dedos contra ti. —Dime cuánto me necesitas.—

—Te necesito demasiado— sollozaste. —Por favor, por favor. Haré lo que sea. Seré una niña buena. Seré una buena zorra para ti. Por favor.—

—Mierda—, gimió Gunwook. —Ni siquiera sé qué hacer contigo.—

Todavía te acariciaba suavemente y necesitabas más. Jadeabas, tu cuerpo anhelándolo. Sabías que te desmoronarías si no te tocaba pronto. Lo necesitabas más que tu próximo aliento.

Necesitabas sentirlo dentro de ti, necesitabas sentirlo embistiéndote contra el sofá mientras te follaba. Necesitabas sentir su pene dentro de ti mientras te hacía llegar al orgasmo.

Podías sentir a Jiwoong a tu lado, sus dedos trazando patrones en tu piel mientras Gunwook te besaba. Temblabas, gimiendo al sentir los labios de Jiwoong en tu cuello. Gemiste, dejando que sus labios recorrieran tu piel mientras Gunwook seguía acariciando tus muslos con sus dedos.

— Mira qué caliente está—, se rió Jiwoong, mordiendo tu lóbulo y haciéndote gritar.

Podías oír a Gunwook reír y recostarse, contemplando la visión de ti. Mordiste tu labio, sintiendo su mirada sobre ti mientras yacías en el sofá. Jiwoong seguía besando tu cuello y sentías que estabas a punto de enloquecer.

—Oh, cariño—, dijo Gunwook, tocando tu mejilla. —Te ves tan jodidamente hermosa—.

Sus ojos estaban tan oscuros de deseo que sentiste que todo tu cuerpo se calentaba. Sonrió, inclinándose para besarte.

—¿Estás lista?—, preguntó, deslizando un dedo dentro de ti y haciéndote jadear.

—Sí—, gemiste, cerrando los ojos. —Por favor—.