Capitulo 9

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Pasado un mes y medio tras el acuerdo con los Uchiha, los Uzumaki finalmente dieron aviso del día y hora de la boda, Sasuke al recibir la noticia ya tenía el vientre algo abultado, sus padres fueron casi de inmediato a buscarle un traje que disimulara su embarazo, mientras que los padres de Naruto hacían los arreglos para sacar a su hijo del país.

Llegado el día de la boda, Sasuke fue acompañado de su hermano y su padre rumbo a la iglesia en una lujosa limosina blanca, mientras que su madre lo esperaba en la iglesia acompañado del resto de la familia Uchiha; en el lugar, del lado del novio, solo estaban Jiraiya y su pareja, cosa que a Mikoto le pareció muy extraño, pero al considerar que la familia Uzumaki era pequeña no le tomó importancia. Una vez hubo llegado Sasuke, el y su familia esperaron a Naruto por horas, le llamaron muchas veces intentando contactar con el, sin embargo fue imposible dar con su ubicación. En la iglesia Sasuke esperó a Naruto hasta el anochecer, pues a pesar de que estaba molesto con el, en el fondo aún lo amaba. Llegadas las 10:00 pm Itachi se sentó junto a el y abrazándolo dijo: Vámonos... No va a venir.. —— Sasuke suspiró ahogando sus lágrimas y regresó a su hogar con las manos vacías.

Tras ser plantado en el altar, Fugaku comenzó una investigación, encontrando que hacía unas semanas los Uzumaki habían comprado 4 boletos con destino a Estados Unidos; ante esto el patriarca de la familia tomó la drástica decisión de echar de la familia a Sasuke, tan solo unos días después, arrojo a la calle a su hijo sin absolutamente nada, más que la ropa que traía puesta. El Omega suplicó compasión y una segunda oportunidad a su padre, este sin embargo le cerró la puerta en las narices y se negó a escuchar razones de su esposa e hijo mayor que le pidieron casi de rodillas que no lo echara, sin embargo el castaño se mantuvo firme y se negó a darle una segunda oportunidad.

Encontrándose solo, y sin un lugar a donde ir, caminó bajo el sol ardiente rumbo a casa de Juügo, sin embargo para su mala suerte, el peli naranja había salido de viaje con su familia, por lo que la casa estaba vacía, sin otra opción y sin tener un lugar a donde ir, se quedó en la puerta de su amigo a dormir hasta el día siguiente. Llegados los primeros rayos de sol matutino una mujer pelirroja lo sacudió muy preocupada, Sasuke moribundo por el hambre y la deshidratación la observó confundido y balbuceó: No me eche.. no tengo a dónde ir —— Karin se sobresaltó ante aquel comentario y rápidamente llamó a  Suigetsu, el peliblanco llegó alarmado, pues en la llamada Karin le había dicho que Sasuke estaba en la puerta de la casa de Juūgo muy débil y apenas consciente, cosa que no era del todo cierto, pues Sasuke solo estaba somnoliento y con hambre, ni bien llegó Suigetsu, él y Karin llevaron al azabache a un restaurante para que comiera algo; ni bien tuvo la comida en frente, Sasuke devoró la comida, pues hacia más de 24 horas que no comía y tenía un parásito en su vientre que le robaba nutrientes y energía. Karin y Suigetsu escucharon a Sasuke atentamente en cuanto el Omega terminó de comer, Karin casi grito de la emoción cuando Sasuke les preguntó si se podía quedar con alguno unos cuantos días; la pelirroja casi al instante dijo que si, sin embargo, Suigetsu conociendo demasiado bien a Karin ofreció a Sasuke quedarse en su departamento, el Omega tras ver la sonrisa pervertida de la beta decidió mejor quedarse con el alfa.

Tras comer, los tres amigos pasaron por una tienda de abarrotes que acababa de abrir y necesitaba urgente personal, Sasuke sabiendo que no podría depender de su amigo, entro a la tienda y pidió trabajo, el dueño lo entrevistó y se negó rotundamente a recibirlo, pues era menor de edad y además estaba embarazado, sin embargo, Suigetsu quien se niega a recibir un no como respuesta encaró al propietario y le gritó que era un insensible al negarle trabajo a alguien que no tenía a dónde ir, el hombre al sentirse juzgado por los transeúntes aceptó de mala gana a Sasuke como reponedor, a Suigetsu como cajero y a Karin como personal de seguridad tras verla derribar a un alfa fornido que pasó al lado del azabache y tuvo el atrevimiento de darle una nalgada y guiñarle un ojo.

Por la tarde del mismo día, Sasuke llegó a casa de su amigo, Suigetsu sin pensarlo le cedió su cama, le prestó ropa y cerró fuertemente desde fuera la puerta del baño, pues anteriormente la beta se las había arreglado para husmear en el baño  en las pocas ocasiones en las que el Omega lo usó para cambiarse de ropa o tomar una ducha. Tras bañarse y cambiarse sin ser acosado, se recostó en la cama del alfa y al poco tiempo se quedó profundamente dormido, Karin que estaba obsesionada con el, entro a hurtadillas a la habitación y en absoluto silencio acarició la sedosa melena del azabache, que en respuesta solo atinó a girarse y a balbucear: Ya déjame en paz Karin.. —— la pelirroja suspiró, le besó la mejilla y se marchó cerrando la puerta tras de sí.

A la mañana siguiente, Suigetsu entró a su habitación en busca de Sasuke pues se les haría tarde, encontrándose con la sorpresa de que el Omega ni siquiera estaba en la casa, asustado por no saber a dónde había ido su amigo, se apresuró a salir, chocando en la entrada con el azabache, quien habia salido a comprar algo para preparar el desayuno; apenado Suigetsu recogió las compras y reprochó: No vuelvas a hacer eso.. me diste un buen susto —— Sasuke solo atinó a suspirar y a disculparse.

Tras desayunar, Suigetsu fue rumbo a la escuela y Sasuke lo acompaño hasta llegar a su lugar de trabajo, allí el alfa le dió un par de consejos y se marchó, Sasuke respiró hondo algo nervioso y entro a la tienda, el propietario lo recibió de mala gana y le ordenó desempacar y colocar productos faltantes en los anaqueles; en el lugar había otro Omega, que al verlo sonrió burlón y dijo: No me digas.. tu también caiste ante los encantos de un alfa inescrupuloso.

Dulce Venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora