Abril González, actriz e hija de una famosa directora de cine, se adentrará en una nueva aventura al participar en una película con su mejor amigo. Esto causaría confusiones entre ellos.
¿Realmente existen los mejores amigos? ¿O solo son hombres pac...
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Juani acababa de mandarme un mensaje diciendo que estaba abajo, por lo que tomé mi bolso y salí de mi habitación.
Desde el pasillo hasta llegar a la puerta, sentí la mirada de Enzo sobre mí.
—Cuídate, y vuelve temprano, por favor —dijo mientras se levantaba del sillón y ponía pausa a la televisión.
—Sí, tranqui
No me esperes despierto —puse mi mano en el pestillo de la puerta con la intención de abrirla, pero la mano de Enzo se posó sobre la mía, haciendo que giré mi vista hacia él.
—Tene cuidado, por favor —agrego antes de darme un beso en la frente, a lo que sonreí.
—No seas paranoico, Enzo, tranquilo.
—Solo te digo —dijo y reí.
Retiro su mano y abrí la puerta.
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Mientras caminaba hacia el ascensor, le escribía a Juani que ya estaba yendo, por lo que no presté atención a quién estaba cuando las puertas se abrieron.
—No saludas, ¿preciosa?—dijo Matías, a lo cual me sorprendí.
—¿Qué haces acá?—pregunté y él puso una mano en mi cintura para luego dejar un beso en mi mejilla.
—Vine a buscarte.
—¿Solo eso me vas a dar?— cuestione y soltó una risa, me tomó del cuello y nos unió en un beso.
No tardó mucho en estamparme contra la pared del ascensor, sinceramente me daba miedo que del golpe se cayera.
Antes de que las puertas se abrieron, se detuvo, no sin antes pasar sus manos por mi cintura.
—Vamos —dije mientras salía de aquel lugar, pero él tomó mi mano, posicionando su boca en mi oído.
—No me olvido, hermosa —dejo un beso húmedo en mi cuello y continué caminando.
