loving him is red • enzo vogrincic PAUSADA

Confusiones • 2



Abril’s pov

Acepté ir a aquella fiesta, eran las 12:30 a. m. y ya me estaba terminando de preparar.

Enzo me estaba esperando hace rato, esto porque claramente ya íbamos tarde.

Pero bueno, las lindas, llegamos a la hora que queremos.

Tomé mi bolso y salí de mi habitación.

Creo que nunca vi a Enzo verme de aquella manera como lo hizo esa noche, parecía embobado viéndome.

—¿Vamos?—pregunté sacándolo de sus pensamientos y solo asintió con la cabeza.

El camino fue silencioso hasta la discoteca, simplemente no sabíamos de qué hablar.



Entramos rápidamente para buscar a los demás, los cuales ya estaban en una mesa tomando algunos tragos.

Saludé a todos y me senté al lado de Matías, quien solo me miraba de la misma manera que me miraba Enzo.

Juani notó esta situación, por lo que me dijo que lo acompañe a buscar más tragos.

—Gracias, Juani, era re incómodo eso —dije mientras atravesábamos la pista de baile para llegar a la barra.

—Me imagino, tienes a dos hombres que están re buenos, peleándose por ti.

—No, bobo.

Enzo está enojado, nada más, no celoso.

—Y vos, que sabes, capaz, está celoso.

Dejé esa conversación ahí, no quería hacerme la cabeza.

Regresamos con una bandeja llena de tragos; claramente no tardé en comenzar a tomar algunos.

Algunos se convirtieron en 10, 12, y así consecutivamente.

Matías llevaba un buen rato inquieto, subía su mano por mi muslo constantemente, intentando subir más por dentro de mi vestido.

—Aquí no—susurré y me dio un beso en el cuello.

—Entonces nos vamos, preciosa —dijo y tomó mi mano.

— Yo no me quiero ir, Matías —dije con dificultad.

—Dale bri, vamos—dijo casi arrastrándome.



Enzo’s pov

Había tomado uno o dos tragos, estaba muy consciente.

Note que Matías se quería ir con Abril, pero ella no quería irse.

Hace unos minutos vi cómo le metía la mano por su vestido y ella se la quitaba, parecía estar incómoda.

—Te dijo que no, Matías —dije y me miró extrañado.

—Yo no agarró tus órdenes, Enzo, búscate alguna piba y tranca el orto —dijo de una manera bastante grosera y continuo caminando, llevándose con él a Abril.

No iba a permitir que se la llevara en contra de su voluntad ni que me hablara así, por lo que no dudé en ir tras de él.

—Vuelve a lo tuyo, enzo—dijo mientras abría la puerta de su auto.

—Escúchame bien, estás ebrio y ella está peor, sueña que voy a dejar que te la lleves —dije mientras él solo reía irónicamente.

—Ella se quiere ir conmigo, no opines y ándate.