Boda

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Me desperté con nauseas, tuve que ir a vomitar al baño, me sentía realmente mal y eso que me casaba, de seguro eran los nervios, hace días que me sentía así y no sabía el porqué me sentía de esta manera, no podía mirar ninguna comida porque me daban náuseas, espero la comida de la fiesta no me caiga mal, pero sentirme así me daba mal yuyu, y no sabía porque, estaba dándole mucha vuelta al tema, debía dejar de pensar en eso.

Ya Nicole, concéntrate, hoy es tu día, tu puedes, no va a pasar nada malo hoy.

Hoy me iba a casar, estaba nerviosa, si, obviamente, ahora mismo me estaban peinando, ya me habían maquillado y ya tenía listo el vestido, estaba muy nerviosa, imagínense me baja mientras estoy entrando, noo, que horrible.

Porque siempre pienso cosas malas weon no debo. Sino obviamente algo malo va a pasar.

La niña que me estaba peinando literalmente s estaba que me sacaba la cabeza, estábamos apuradas ya que la boda iba a comenzar, el Tomás ya estaba ahí, y yo no estaba lista, bien Nicole, siempre llegando tarde a las weas.

Al final la niña terminó y pude irme con mi abuela hacia la iglesia, iba raja, la Alice estaba ya en la iglesia esperándonos, cuando por fin llegamos, bueno, me baje del auto con el ramo de flores, iba subiendo los escalones hasta que pasó lo peor.

—Quien me mando a casarme con un vestido tan largo weon.— reclame

Mientras subía me tropecé con el vestido, sacándome la cresta

—Chucha.— murmure avergonzada —Puta que soy weona.— masculle —Aquí no paso nada, je je.—

Todos me estaban viendo ya que estaban mirando hacia la puerta, uno que otro se rio, simplemente me levante nerviosa y seguí caminando del brazo con mi abuela.

Tomás

Vi a la Nico  llegar, se bajó del auto y se veía realmente preciosa, estaba apunto de llorar de la emoción hasta que vi como se saco la cresta.

Sin aguantarme nos comenzamos a reír con mi hermano, uno que otro nos miraba pero era inevitable.

—Más weona la novia.— murmuro mi hermano

Me reí —Deja a mi esposa tranquila loco.—

—Venganza por el pelotazo.— susurro

Me aguante la risa y vi como la Nicole se acercaba con su largo vestido blanco, hermosa era una palabra, pero sinceramente ella era el significado.

Mis ojos se aguaron, trate de contenerme pero una lágrima se escapó, rápidamente la limpié con mi dedo y sonreí.

Ella me miro y sonrió, se veía nerviosa, muy nerviosa, cuando llego a mi, su abuela la soltó y se alejó, me acerqué a ella y bese su mejilla, bueno, adelantémonos una parte hasta donde me toca hablar, mi hija nos entrega los anillos yo los recibo, tengo la caja de anillos en mi mano mientras empiezo mi discurso.

—Yo, Tomás Kaulitz, te recibo a ti, Nicole Muñoz, como mi esposa.— esbocé una sonrisa —Me entrego a ti, prometo a serte fiel en lo próspero y lo adverso, en la enfermedad y la salud, en la pobreza y la riqueza... en cualquier faceta de nuestras vidas estaré contigo, para amarte como se debe todos los días de mi vida, gracias a ti, me di cuenta que amar jamás será un error, y que eres la luz de mis ojos, la mujer que amo y que con la que quiero estar hasta mis últimos días, porque agradezco, que siempre seas tú, y que seas tu misma, eres una mujer maravillosa, te elijo entre todas las estrellas y en todos los universos.

𝐏𝐄𝐋𝐎𝐓𝐀𝐙𝐎 𝐕𝐎𝐋𝟐 ✈ 𝘵𝘰𝘮 𝘬𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora