Cap 2- "Tienes suerte de que eres guapo"

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Eran las 10 de la noche en el país, todos estaban dormidos...o eso era lo que el pelinegro creía, estaba fumando un cigarrillo mientras que la brisa fría acariciaba su rostro y su melena, tenía sus ojos cerrados y sus codos apoyados en el barandal del balcón, pensando en como cumpliría su venganza, pensando en como una sombría sonata suena en medio de un teatro de guerra.

Perdido en sus pensamientos, se despierta de su trance cuando escucha un pequeño maullido y un toque leve en su pierna, era...¡¿un gato bebé!?

-¡¡Nico!! ¡¡¿Donde estás!!?- llama Crys en un susurro buscando desesperada a su gatito aparentemente llamado Nico

-Creo que te busca tu mami, "Nico"- el pelinegro susurra y sonríe cuando el pequeño animal le da un maullido, lo acuna entre sus manos y sale del balcón no sin antes ocultar el cenicero y apagar su cigarrillo para dejarlo ahí.

-Disculpe, mi reina, ¿esta bola de pelos es suya?- Sebastian sonríe divertido mientras que acariciaba la cabeza del gatito que ronroneaba en sus manos.

Crystal se acercó al pelinegro con algo de duda y cautela mientras que tomaba al gatito, acunandolo en su pecho -Si, y se llama Nico, para tu información- dice ella algo molesta debido a que lo llamó bola de pelos.

-¿Qué haces despierto a esta hora?-

-¿Debería hacerle la misma pregunta a usted, mi reina?- Crys se queda callada y desvía la mirada
-Eso pensé- Sebastian da una risa suave y coqueta -Mi deber es protegerla a toda costa, mi reina, pero no se preocupe, no le diré nada al rey de que está despierta a esta hora haciendo quien sabe qué aparte de perseguir a su animalito...por ahora-

La castaña alza una ceja y lo mira a los ojos, era incluso más pequeña cuando no usaba tacones y eso a Sebastian lo volvía loco.

-¿Por ahora? ¡¿Me planeas chantajear!?- Nico hace un maullido y apoya la pata en el mentón de su dueña para que se calme

-Shh~ no quise decir eso, muñeca, a menos de que estés así de defensiva porque me ocultas algo- Sebastian sonríe y se acerca hasta que sus rostros quedan a centímetros de distancia, sintiendo la respiración del otro, Sebastian se estaba controlando como un tigre enjaulado para no abalanzarse sobre la castaña y comerle la boca a besos ahí mismo.

-Fingamos que nada pasó, tu y yo nos iremos a la cama y olvidaremos esto, ¿qué dice, mi reina?- El pelinegro susurra cerca de sus labios, Crystal se sonroja y lo empuja para darle la espalda, su corazón latía a mil por hora, ella suspira y Sebastian aguanta la risa mordiéndose su labio inferior al ver el efecto que causaba en ella.

-Bien...- la castaña se hace la indignada y se va caminando por donde apareció

-maldito- Ella murmura mientras que se aleja poco a poco, Sebastian jadea al ver como su cuerpo suave se ilumina bajo la luz de la luna a través de las ventanas, su cintura se mueve de lado a lado seductoramente y su caminar es muy elegante, provocandole que el pelinegro se estremezca y que se imagine miles de escenarios en esos segundos y la mayoría no son para nada inocentes.

-Descansa, muñeca, pronto serás mía...- Sebastian susurra y nuevamente se pone en el balcón, encendiendo otro cigarrillo para calmarse y olvidar el bulto que tiene en sus pantalones.

Por otro lado Crystal cuando vuelve a su habitación ella deja a Nico en su pequeña pero suave camita improvisada y se tapa la cara con su almohada, tenía millones de preguntas y escasas respuestas, ¿qué hacía él ahí en plena noche? ¿Por qué le coqueteaba? ¿Era acaso a propósito? ¿O solo quiere sacarle dinero?

-Pero es que es muy guapo y...atractivo, y...fuerte...¿y si tiene una maldición en la que hace que se enamoren de él? ¿Y si es el pecado capital de la lujuria y vino porque me vio como su presa? Bueno...debería dejar de leer tantas historias...maldita sea Crystal, ¡¡¿en que estás pensando!!?- ella se dice internamente y de la frustración, confusión y cansancio se queda dormida boca arriba, ni siquiera dándole tiempo a leer algo o intentar descubrir quién era ese hombre y qué era lo que estaba planeando...

-Sebastian Díaz...tienes suerte de que eres guapo.-

Gusto CulposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora