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Pasamos un rato más en la cafetería, intentando ignorar el tema de Mateo, ya que se había vuelto algo incómodo. Al volver, Lily fue a darse una ducha y yo fui a saludar a Lils y a Sele, que ya habían vuelto.

-¡Hola! - dije entrando en su piso. Yo tengo una copia de las llaves por si ellas las pierden, son las dos unas despistadas.

-¡Sofiii! - dijo Selene corriendo a darme un abrazo.

-Uyy, te veo yo muy contenta, ¿eh? ¿Qué tal con Bennett?

-Digamos que bien... - dijo algo tímida.

En ese momento Lilith salió del baño, con el pelo empapado.

-¡Hola, mi niña! - me abrazó.

-Holis, ¿qué tal tu tarde?

-Nah, normalita, no creas. ¿Y tú?

-Bueno... Ana me ha dicho que le ha parecido ver a Mateo por los pasillos, pero seguramente se haya equivocado.

Las dos se miraron disimuladamente, y no pronunciaron palabra.

-¿Chicas...?

-A ver, cómo te decimos esto... - dijo Selene jugando con sus manos.

-Es coña, ¿verdad?

-Ehhh...

-Dime que esto no es más que una broma pesada, por favor...

-Ojalá pudiésemos decírtelo - dijo Lilith en un susurro, aunque logré oír lo que había dicho.

No podía. No después de tanto tiempo. Me resultaba impensable pensar que volvería a encontrarme con una persona por la que derramé tantas lágrimas. Solo de pensarlo mis ojos se humedecían de la impotencia.

-Él... está estudiando medicina...

Lo que faltaba. Encima de tener que verlo estudia lo mismo que yo. Genial. Estuve un rato más con ellas, y volví con Lisa. Cuando entré me la encontré en su cama, viendo algo en su móvil.

-Hola... - le dije sorprendiéndome a mi misma por mi desanimado tono.

-Vale, no me engañes, ¿qué te pasa? Como me digas que no te pasa nada de verdad que te pego - dijo mientras venía a darme un abrazo.

Nos sentamos en su cama y le conté todo lo que me habían dicho las chicas.

-Oye, no estés mal, es solo un chico, y como vuelvas a llorar tanto por otro chico, y peor me lo pones si es el mismo, iré a matarlo a él y luego te mataré a ti - dijo ella tratando de animarme.

Yo solté una pequeña risa.

-Tú ríete, yo te lo digo muy en serio.

-Entonces quizás tengas que cometer un par de asesinatos - dije sonriendo, mientras notaba que mis ojos empezaban a humedecerse.

-Mira - me dijo totalmente seria - como empieces a llorar ahora te juro que llamaré a tu hermano, y no creo que le haga mucha gracia eso de que vayas a pasar tanto tiempo con el idiota ese - añadió con un poco de humor.

Vale, he de admitir que no lo había tenido en cuenta. A ver, técnicamente no tengo porqué contárselo a Leo. No he tenido ni un solo encuentro con Mateo desde que estoy aquí, así que no hay necesidad de contárselo, y más cuando quiere matarlo después de lo mal que lo pasé hace unos años (sí, por si no os habíais dado cuenta Leo sigue siendo el mismo hermano sobreprotector de antes).

-No, no, que va. No hace falta - dije intentando retraer las lágrimas.

-Sofi, no quiero que lo pases mal por él otra vez - esta vez su cara era de preocupación - No voy a llamar a tu hermano ni nada por el estilo, pero no voy a permitir que sufras de nuevo por él, ¿vale? Así que tú, como si no existiera.

No pude más, me eché a llorar, mientras sonreía.

-¡¿Pero que pasa?! ¿Porqué lloras después de que te haya dicho que no llorases? - dijo ella mientras gesticulaba con los ojos muy abiertos.

-No sé, ¿vale? - dije yo sin saber si reír o llorar - es que estoy sensible, tengo la regla, y que me hayas dicho eso tan bonito me ha hecho llorar. Necesitaba sacar todo fuera.

Ella solo empezó a reír, me dio un abrazo y me contagió la risa, y así fue como acabamos las dos tumbadas en cama hablando de las cosas más absurdas que uno se pueda imaginar.

No, definitivamente no sé qué haría sin mis amigas.

Falso Cuento de Hadas (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora