CAPÍTULO IV

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Yashiro pov

Ya era hora, había llegado el momento de poner mi plan en marcha.

Pronto entraría en la boca del lobo y no habría marcha atrás. Sumire me había dicho que su esposo tenía una muy buena relación con el líder del clan Yugi y mañana habría una reunión a la que debía asistir.

Esta era la oportunidad perfecta para poder infiltrarme en aquella mansión en la que muy probablemente se encontraba Aoi, cautiva a manos de esos Yakuzas.

Tenía que prepararme para el día de mañana. Necesitaba estar lista para cualquier situación futura, además de que debía planear una estrategia para recorrer la mansión sin levantar ninguna sospecha.

Por lo que, durante la noche estuve planeando una estrategia para poder recorrer dicha mansión y en la que obviamente sumire me ayudaría.
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A la mañana siguiente nos despertamos muy temprano para prepararnos. Alrededor de las diez de la mañana teníamos que estar en la mansión de los Yugi. Aunque había algo que me extrañaba un poco, y era el hecho de que ese apellido me resultara un poco familiar. Quién sabe, tal vez no debería prestarle atención a ese detalle. Quizás lo habré leído en algún periódico o lo habré escuchado en las noticias. Total, eran Yakuzas y sus nombres claramente estarían en el ojo del huracán.

— Ya es hora, nene — supongo que a partir de este punto las cosas empezarían a ponerse tensas e interesantes. Sumire me estaba esperando afuera de la habitación.

— Ya estoy lista — salí de la habitación y me dirigí justo al lado de Sumire. Salimos de la mansión y nos dirigimos a la entrada, donde nos esperaba una limusina que nos conduciría a nuestro destino.

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Amane pov

Hay ciertas responsabilidades que, como líder de los Yakuzas, debo tolerar y una de ellas son las reuniones con mis aliados. No es que me caigan mal... Bueno, quizás algunos. Lo que realmente no soporto es tener que controlar a mi hermano para que no incomode a las visitas.

Tsukasa siempre había sido muy hiperactivo, y aveces llegaba hacer algo insoportable, aún así era mi hermano menor, y mi  deber como el hermano mayor es cuidar de él. Aunque eso no lo salvaría de recibir un sermón de mi parte sobre tener que comportarse.

El día de hoy sería especial, no hay duda de eso. Hoy conseguiría algo que he estado deseando desde hace ya mucho.

[...]

Diez en punto, la hora acordada para la reunión de hoy y también la hora de empezar la función.

Comenzaban a llegar nuestros invitados y a cada uno se les dirigía al salón principal de nuestra mansión. Los invitados en el gran salón, cada uno sentado en su respectivo lugar al rededor de una enorme mesa rectangular que se extendía por casi la mitad del salón.

— Bueno, al parecer hay algunos que se están retrasando para llegar. — en tono un poco molesto, hablo una chica de cabellera castaña y de lentes o mejor dicho la número cuatro, Mei shijima.

— Calma, no te desesperes. Sabes que siempre hay algunos que pueden retrasarse  un poco. — hablo el número cinco, tsuchigomori mientras soltaba el humo de su tabaco.

— Tsuchigomori, te pediría de favor que no fumaras adentro. El abuelo no se encuentra bien de los pulmones. — dirigí mi mirada al número uno, mientras le hablaba a tsuchigomori.

— Aunque, supongo que tienes razón, algunos están retrasados, y además, hoy no contaremos con la presencia de número dos. — observé sonreír a tsuchigomori, mientras se levantaba de su asiento dirigiéndose hacia la ventana, para abrirla y terminar su tabaco.

— disculpen la demora. — escuchamos una voz en la entrada del salón. —Tuve algunos contratiempos, pero ya estoy aquí. Espero no haberlos hecho esperar. —

— ¡Oh! Vaya, pero si es el número tres. — exclamó la número cuatro, cuando entro un chico de cabellera color rosa al salón.

Mitsuba sosuke, o mejor conocido como, el número tres. Alguien bastante egocéntrico y engreído, es una descripción bastante acertada para el tercero.

— No te preocupes, número tres. Todavía no hemos empezado, por favor toma asiento. —

Ya casi estábamos todos reunidos, solo faltaba el número seis junto con su esposa y....

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El sonido de la puerta abriéndose hizo que dirigiéramos la mirada a la entrada principal del salón. Habían llegado nuestros últimos invitados.

— lamentamos la demora — escuche decir al número seis — pero tuvimos que desviarnos y tomar otro camino. —

Me levanté de mi asiento y me dirigí a donde se encontraba el sexto.

— Oh entonces, ¿tuvieron algún "contratiempo" en el camino? — quizás algún altercado ocurrió por el camino.

— Si, "desafortunadamente" tuvimos que lidiar con "algunos contratiempos" — de una manera, un tanto fría me respondió el sexto.

— Vaya, cuanto tiempo Gon. — se escuchó una voz, que a decir verdad, me resultaba algo irritante.

— Señorita sumire, le recuerdo que mi nombre no es "GON" — enfatizó, mientras le dirijo una mirada severa a la esposa del número seis que, a decir verdad, no me cae muy bien.

— jaja cómo digas, Gon — con burla en sus ojos y una mano en su mejilla me devolvió la mirada.

Sentí una penetrante mirada, que me hizo olvidar por completo a sumire, dirigí toda mi atención aquellos penetrantes ojos que me observaban desde las espaldas de sumire.

Y justo hay, encontré una mirada sangrienta, ojos cual rubíes que parecían encendidos en una eterna llama roja, ¿Acaso esos ojos querían devorar me? Si ese fuera el caso, me temo que no lo harán puesto que yo lo haré primero.

Continuará....

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Buenas, ¿Como están? Yo mal emocionalmente con el cap 111 del manga, osea ¿Como que nada paso? 😭😭😭 Aaaaaaaaaaaaaaa, en fin ya no spoileo de pronto aquí algunos no van al día.

Ese sería todo, nos leemos en el próximo capítulo.

~ ᴀ ᴛᴜ ᴍᴇʀᴄᴇᴅ ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora