Tres.

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Día tres a las 11:01 p.m., y Hanbin todavía no aparece.

Definitivamente lo hice enojar anoche. Zhang hao secó la superficie de la barra donde uno de los clientes se había descuidado. Si tan solo hubiera mantenido su boca cerrada y hubiera hecho su maldito trabajo, hubiera tenido un cliente regular que daba buenas propinas. Pero no podía hacer eso, ¿no?

 ¿Qué me importa la vida personal de mis clientes?

Normalmente, no le importaba para nada. No era del tipo chismoso, pero mierda, este hombre Hanbin lo provocó deliberadamente.

A la mierda con él. Sólo supéralo.

Por lo menos Hanbin no lo había reportado. Eso era un punto a favor.
Zhang hao había estado preocupándose por llegar al trabajo esta tarde, solo para descubrir que ya no tenía un empleo, pero ese no había sido el caso. Así que, empujó a un lado esa molestia y se ocupó con la gente del viernes a la noche.

El hecho de que el trajeado no había aparecido le molestaba, y eso estaba empezando a hacerlo enojar

No era como si alguien que había dormido con casi todo personal de mujeres y algunos hombres estaría sentándose aquí un viernes a la noche.
¿Y por qué sigo pensando en eso? Dios, supéralo ya, hermano.

No había ayudado que antes de que se presentara a trabajar, recibiera una llamada de Jiao, quien procedió a decirle que se había comprometido.

Eso, por supuesto, significaba que todo entre ellos necesitaba resolverse ahora, y el divorcio que ella había estado posponiendo, finalizaría. Jiao le aseguró que le estaba haciendo un favor llamándolo, y que quería que lo escuchase primero de ella en vez de que se enterara por alguien más, o peor, por sus padres dado que ellos se seguían hablando.

Que malditamente tierno que todos se mantuvieran amistosamente. Por supuesto, la hermana de Zhang Hao se había hecho amiga de Jiao antes de que se casaran. Pero, ¿dónde se encontraba la maldita lealtad? Y ¿cómo es posible que haya encontrado a otro idiota que se hiciera cargo de ella? Pasó poco menos de un año. Bueno, en lo que a él respecta, ella podía ir y mamar al idiota tanto como quisiera. Soy libre ahora.

Esta noche solo necesitaba ser descartada. De seguro iba a ser cada vez peor.

Mientras agarraba una botella de agua para él mismo, observó como empujaban y abrían la puerta y Hanbin entraba.
Zhang hao no podía decidir si estaba aliviado de que el hombre hubiera aparecido o si estaba preocupado de lo que saldría de la boca de Hanbin una vez que se sentara.

No estaba exactamente de humor para ser jodido, y este hombre parecía accionar sus botones, y se deleitaba haciéndolo.

Viendo objetivamente mientras Hanbin se abría camino a través de la gente, Zhang Hao notó que se veía diferente esa noche. Las gafas ya no estaban, y vestía jeans y una remera negra con escote en V. Aunque el conjunto se veía casual, Zhang Hao estaba bastante seguro de que cada artículo de ropa era de diseñador. Hanbin debía haberse sacado el tapado afuera porque lo estaba sosteniendo bajo sus piernas mientras pasaba entre la gente empujándolas con los hombros, incluidas varias mujeres que se dieron vuelta a verlo.

Mientras más se acercaba, Zhang hao estaba pasmado por la confianza sexual y la atracción que Hanbin rebosaba. Era tan obvio y potente, que Zhang hao sabía que Hanbin podría tener a cualquier mujer que eligiera.

Finalmente, llegó a la barra y se sentó en su asiento habitual, inmediatamente buscando a Zhang hao e inclinando su cabeza en su dirección.

Asegurándose de no dar ninguna reacción en absoluto, Zhang hao inclinó su cabeza en respuesta y tomó un trago de agua, asegurando sus dedos alrededor de la botella.

01. 𝗧𝗥𝗬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora