Capítulo 2 - Te quiero desde siempre.

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Me había dado un baño caliente, Ivy me había ayudado a secar mi cabello, y por supuesto me puse un uniforme nuevo. También me puse bufanda y guantes por recomendación de Lottie.

Baje a la sala común y Daniel estaba allí. Como si se tratara de un imán, fui inmediatamente hacia él, deteniendo mis pasos, una vez lo tuve enfrente, estaba bastante nerviosa.

¿En serio era mi novio?— me preguntaba mentalmente si no lo había imaginado todo. Jugaba con mis dedos sobre mi túnica escolar. Él lo notó, pues sonrió tomando mi mano, notando que traía puesto los guantes.

—¿Estás bien?— Me preguntó, ladeando su cabeza, observándome a detalle, no había notado lo fuerte que podía tener la mirada.

—¡Sí!— Le respondí enseguida sonriendo. Y levanté mi otra mano. —¡Es solo por precaución!— expliqué tratando de restarle importancia.

—Vamos a comer ya... ¿O se van a besar primero...?— Preguntó Ivy bromeando. —Por cierto, necesito este cuento a detalle. ¿Cómo es que nunca dijeron nada?— Agregó pasando su brazo por mis hombros.

—Le das demasiadas vueltas a todo Ivy...—Comenzó Daniel con tono de cansancio rodando los ojos. —Solo paso y ya... ¿Nos vamos?— Terminó un poco cortante metiendo las manos en sus bolsillos.

—Sí.— Respondió Ivy dejando que él caminara adelante. —¿Tú si me lo contarás verdad?— Me preguntó en voz baja, cuando Daniel ya se había adelantado algunos pasos.

—Sí... Te lo contaré más tarde...— respondí también en voz baja, para calmarla.

Fuimos al Gran comedor para cenar, pero como a mitad de comida, ya no podía más, sentía el cuerpo muy pesado, aletargado e incluso estaba algo mareada.

Daniel me tomó de la muñeca haciéndome soltar el tenedor y agarró mi rostro por el mentón, y me obligó a acercarme a él. Creí que iba a besarme y cerré mis ojos con fuerza en reflejo nerviosa, pero él solo pegó su frente a la mía.

—¿Qué pasó?— Preguntó Ivy, con su tenedor a medio camino de su boca, observando a Daniel y sus movimientos.

—Tiene fiebre...— respondió y se levantó de la mesa de forma rápida. —Vamos, te llevaré con la enfermera...— me dijo extendiendo su mano y sin pensarlo la tomé.

Caminamos despacio mientras él me sostenía tomándome de la cintura, pues en serio estaba mareada. No me di cuenta, hacia donde íbamos, sino hasta que llegamos al aula de pociones.

Entramos y él cerró la puerta tras nosotros.

—Creí que íbamos a la enfermería...— comente confundida.

—Es solo un brebaje para la fiebre, yo mismo puedo prepararlo.— Dijo recogiendo su cabello y doblando las mangas de su camisa, para evitar ensuciarse.

Preparó el brebaje de forma rápida. Siempre ha sido bueno en pociones, pero verlo preparándolas ahorita, es impresionante, incluso sus movimientos tienen gracia. Una vez terminado, lo colocó en un vaso precipitado y me lo dio. Lo pobre de forma rápida, pero al siguiente segundo lo escupí. Él se rio.

—Así que eres mala para tomar medicamentos...— Dijo con media sonrisa y ladeando ligeramente su cabeza, mientras me quitaba el vaso precipitado de las manos.

—Sabe asqueroso Daniel...— Le respondí con una mueca de desagrado.

Él solo levantó sus cejas, un poco sorprendido de mis palabras. — Si porque es un remedio...— Dijo y luego le dio un trago, se acercó hasta mí. Tomó mi cara entre sus manos con fuerza, besándome y pasándome el horrible brebaje. No pude escupirlo, pues él seguía presionando sus labios contra los míos, impidiéndolo, además, me había acorralado contra la pared para que no pudiera escapar hasta que finalmente lo trague.

Todo por ti. (Daniel Page x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora