La humanidad no es débil (Cancelada)

10.- (3 part) Entre rincón y rincón

"El humano tiene le potencial de una bombilla nada mas nacer."

Nicola Tesla


Vista de David primera persona

El silencio se mantuvo hasta que vimos el resplandor de la salida hacia afuera del contenedor de carga. Sin embargo, estaba sellada por un candado de gran tamaño el cual se encargaba que las dos grandes cadenas se mantuvieran firmes, el lugar era estrecho, solo podía mover hacia atrás o hacia adelante, cuando vi que no podía avanzar, me desespere... pero una voz respondió a mi desesperación.

Una figura se manifestó a través de mi propia imaginación, estaba en mi cabeza viéndome, a la vez que yo lo veía. Una figura angelical la cual solo llevaba una espada de luz en la cual posaba ambas manos de radiante brillantes, atrás de su figura se verían unas alas de una intensidad incandescente que no deban lujo a su belleza.

"Que eres". Fue la pregunta sencilla pero profunda.

"Soy, somos lo inexorable". Fue la única respuesta que pudo dar.

La imaginación fluyo fuera de mi propio control mientras él o ella alzaba su espada por encima de su hombro, llegando más arriba de su cabeza, se detuvo. No era discrepancia, era espera... La duda será disipada, la incertidumbre será denegada y la verdad es lo único que será esclarecerá.

Un tirón hacia abajo, fue lo único que vi junto a su figura, desaparecer de mi mente, y que no pude ilustrar más allá del velo de un simple recuerdo borroso de su apariencia.

La luz fue arrebata del buque mientras un estruendo se hacía escuchar, un rayo había impactado en el candado partiéndolo en dos, el camino estaba al frente, con firmeza levante el pie todo lo que podía y patee la gran puerta metálica, el rayo dejo un agujero que no vi ni me importo. La fuerza hizo que la puerta fuera abierta levemente, así que procedí a repetirlo lo suficientemente rápido como para que saliéramos, hasta que logre el objetivo. Logre salir, todo estaba oscuro, solo se veía el cielo del anochecer abarcador, el sentimiento de desesperación se disipó, no discrepe ni un segundo. Agarre la mano de Ruby, la cual solo estaba sorprendida por lo acontecido, no la culpo...

Corre...

Corre...

¡CORRE!

Fue la voz de hace un momento indicándome que hacer. No pensé solo actué, corrí lo más que pude mientras ruido era hecho por el resonar de mis zapatos en el hierro, el ruido atrajo la atención de los guardias los cuales solo nos siguieron, pero él... eso mejor dicho me indico donde ir...

Ve hacia adelante...

Encontrarás un pasillo, la luz te guiará... 

Adelante de mí, la luz de la luna se posó levemente sobre la puerta que conducía hacia el pasillo, a lo cual solo procedí a adentrarme en ella sosteniendo a Ruby fuertemente la cual cargaba a Steve. Seguía hacia adelante hasta que no había marcha, solo el rehacer mis pasos... Mire a mi alrededor, un pequeño foco brillante, misteriosamente sin energía. Las palabras se hicieron más esclarecedoras... "La luz te guiará". Razonó en mi cabeza, sin impedimento alguno, solo me dirigí recto hacia el pasillo, cada vez que giraba mi cabeza para saber a donde ir algo brillaba, la luz de la luna por una ventana o agujero, linterna o bombillo parecían indicarme el trayecto a seguir... Hasta que llegue a unas escaleras que solo subí, adelante de mí una puerta la cual llevaba a otro piso o eso creo... "Adelante". Solo abrí la puerta para ver lo que parecía ser un pasillo... "¿Saldremos?". No lo sabía y necesitaba respuestas y esa cosa me las quería dar. "No, aunque seguirán en el lugar, están en un almacén... Así que habrá más pasillos". Fue lo que me mencionó "¿Qué fue eso?". La voz de un guardia me trajo a la realidad. "Salgan se hay ratones".  Las voces se oían cada vez más cerca de nosotros, agarre la mano de Ruby con fuerza antes de verla. Solo pude ver esos hermosos ojos de color plata viéndome con duda y desesperación rogando por una respuesta. "¿Soy el indicado para dar y recibir?". Dude y me doblegue "¡Hay están!". Los guardias nos había pillado, pero no me percate debido a mí di vagancia. "¿Dar respuesta siendo que ni yo mismo me las puedo dar?". Los pasos se hacían cada vez más retumbantes a medidas que subían las escaleras. "¿Me quedo en rincón a rincón?"... Sin poder saber o hacer". Solo pensé hasta que me trajo a la realidad. "¡David no sé lo que pienses, pero debemos irnos rápido!". La voz bella y opacadora, hizo marcharse mis dudas y solo traer mis respuestas. La vista la sentí perdida por unos momentos. Ella habló "Las respuestas no deben ser dadas sino encontradas... Tú no has encontrado todavía las tuyas debido a que tú mismo te arrinconas".