Tomoe mami se encontraba en su asiento esperando a que el resto de los estudiantes llegaran al aula, tenía la costumbre de llegar muy temprano, siempre siendo la primera en llegar, no tenía ninguna razón en particular, solamente le gustaba ser puntual.
Aun así, normalmente aprovechaba ese tiempo a solas en el aula durante las mañanas para relajarse, sin embargo, últimamente se dedicaba a pensar, su mente no dejaba de repetir su encuentro con aquel gato negro.
'es obvio que hay otra chica mágica en la ciudad, sin embargo, el número de brujas no se ha visto afectado, lo que quiere decir que no las está cazando y si es así entonces ¿Por qué hizo el contrato? ¿fue por el deseo? Si es así entonces ¿Por qué envió al gato para que la guiara hacia los civiles? ¿Qué hacia allí si no le interesan las brujas?' pensó mami, su mente plagada de interrogantes sin respuestas.
"quizás lo estoy pensando demasiado" susurro la rubia mientras cerraba los ojos, antes de abrirlos abruptamente al escuchar un alboroto provenir del pasillo.
"Bromeas verdad Yamada, digo porque te expulsarían eres el capitán del club de karate, ¡como ganaremos el próximo torneo sin ti!" grito la voz de un chico.
"Cállate quieres, no hay nada que pueda hacer, me echaron, así de simple y no preguntes el motivo, aun si no me hubieran prohibido hablar de ello nunca te lo diría" se escuchó la voz de otro chico obviamente enojado.
La puerta del aula fue abierta con fuerza permitiendo la entrada a ambos chicos, uno era alto tenía el cabello corto y de color negro al igual que sus ojos, el otro más pequeño cabello castaño y ojos azules.
El más alto tenía el ceño fruncido y una mirada que delataba su mal humor, se dirigió hacia la parte de atrás del aula hacia lo que seguramente debía ser su escritorio, tomo lo que parecían ser todas sus pertenencias y las guardo en su mochila todo mientras el otro joven seguía exigiendo una explicación.
Ignorando por completo lo que el más bajo decía, aun furioso se dirigió hacia la puerta una vez más, saliendo del aula, al pasillo donde esperaba uno de los profesores.
"Creo que dije que podía irme solo" comento furioso el joven.
"Eso no importa, igual te escoltare a la salida de la escuela" respondió el adulto, antes de agarrar el hombro del joven, a lo que el chico respondió soltándose bruscamente.
"no me toque" grito mientras lo fulminaba con la mirada "esto no se quedará así" para luego escupir al suelo, meter las manos en sus bolsillos y dirigirse a las escaleras, una vez se perdió de vista, el profesor suspiro cansado.
"vaya forma de empezar el día" susurro el maestro "lamento que hayan tenido que presenciar eso, pero debo pedirles que no hablen de ello ¿entendido?" dijo el profesor dirigiéndose al chico y a ella.
"p-pero, profesor que pudo haber hecho Yamada para que fuera expulsado!" cuestiono el joven.
"no se me permite hablar de ello, así que confórmate con saber, que lo que ocasiono su expulsión fue algo muy grave, ahora sí me disculpan jóvenes debo preparar todo para mi clase" comento el maestro antes de retirarse.
"¡Maldición!" exclamo molesto el joven antes de irse también.
'que fue todo eso?' se preguntó la rubia, conocía al chico le gustaba presumir y de vez en cuando molestaba a otros estudiantes, también había escuchado que tenía serios problemas de ira, pero para que haya sido expulsado debió de haber hecho algo muy grave, ya que los profesores solían ser bastante indulgentes.
Que le ordenaran recoger sus cosas temprano en la mañana, debe haber sido para evitar que la menor cantidad de estudiantes se enteraran, por si fuera poco, también le prohibieron hablar del asunto, evidenciando que lo que hizo era algo tan serio que no querían que la escuela se viera involucrada.
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Aferrada A La Esperanza De Un Futuro Mejor
RandomHomura ha comenzado a tocar fondo, serias dudas la atormentan sobre si debería rendirse o continuar repitiendo todo por siempre, pero en una nueva línea de tiempo se encuentra con alguien que le ofrece la oportunidad de ser libre y de salvar no solo...