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—Las manos de Yeonjun se posaban en las caderas de Beom mientras este observaba su balcón.

Yeon estaba dispuesto a hacer qué Lo perdonarán y es por eso qué tenía un plan.

Eso de lavar ropa no se le daba y cocinar ni se diga.

Extrañaba qué Beom se encargara de todo y aunque limpiaba y la casa estaba reluciente. Necesitaba comer sus exquisiteces.



—Hasta cuándo vas a odiarme cariño—Beso su cachete.

—Una década quizá— Rodó sus ojos.

—Uy— Suspiró hondo.

—Beom intentó irse pero no le fue posible pues unas manos le cargaban cual princesa.

—Quitate— Pataleó.

—Kai es novio de Soobin— Robó un beso.

—¡Yeonjun deja de hacer eso!— Le gritó por el acto repentino.

—Y yo te amo más qué nadie bebé— Robó otro beso mientras el bajo quería escapar —Extraño tú comida y eso de lavar ropa no es lo mío— Mostró una mancha de detergente.

—Yeon— El menor estaba avergonzado pero también carcajeaba por la situación.

—Beom no soportaba un minuto más sin besarte— Señaló bajando al castaño.

—Te creo lo de Kai y Soobin pero entonces ustedes de qué hablaban— Alzó una ceja mientras cruzaba sus brazos.

—De ésto— Sacó una cajita Azul de terciopelo.

—¿Eso es? — Abrió su boca en forma de O.

—¿Nos casamos?— Abrió la cajita.

—Beomgyu se tiró sobre el alto mientras gritaba.

—Eso es un sí— Afirmó con una risilla.

—Eres un idiota Junnie— Besó sus labios  —Pero eres mi idiota.

—También te amo— Agarró sus caderas sentándole sobre el.

—¿Celebramos?— Propuso el bajo con doble sentido incluido.

—Me encantaría— Sacó su camisa mientras atacaba sus labios.


—La noche que Beomgyu se enojó, tenía nombre y apellido, Huenning Kai. El castaño había encontrado a su novio agarrando su mano y aunque la soltó enseguida estaba hablándole de cosas. Claro que se había enojado. Ahora entendía que no le estaba agarrando la mano, estaba pasándole el anillo.

Pero después de todo el enojo de Beomgyu logró cesar. Yeonjun agradecía de verdad haber planeado la pedida de mano aunque no fuese la mejor manera de hacerlo. Era muy buena pues su ahora prometido le había perdonado y lo más importante tendría besos, desayuno y ropa cómo antes.

Fin.

𝐴𝑛𝑔𝑟𝑦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora