—Yeonjun amaba los besos de Beom, eran cómo su vitamina antes de salir a algún lado.
Aquellos dulces besos le recordaban qué debía volver por más. Lástima que está vez no sería así.
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—Beom— Tomó asiento a su lado.
—Um— Le miró sin expresión alguna.
—Voy de salida, Un cliente quiere comprar una propiedad— Comentó tomando su mano.
—Qué bueno— Respondió secamente.
—Entonces ya me voy— Sonrió.
—Suerte— Sonrió sin esfuerzo.
—Yeonjun agarró el rostro del bajo y le miró.
—¿No me darás un besito?— Preguntó ahora viendo sus labios pomposos.
—Beomgyu soltó un suspiro profundo y se acercó al rostro de Yeonjun, mientras el alto estiraba sus labios esperando el beso. Lastimosamente no lo recibió dónde el quería.
—Listo— Se tumbó en la cama quitando todo rastro de contacto.
—Un beso en la mejilla— Alzó su ceja en desánimo.
—Tú querías un beso Yeonjun.
—Mi pobre corazón está destrozado— Se agarró su pecho dramáticamente. —Nos vemos luego belleza— Besó la frente de éste.
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—Beom levanto su pulgar para luego dirigir su vista a la pantalla de su teléfono.
Yeonjun enserio no aguantaba un segundo más sin su bebé. Necesitaba a ese mocoso mimado que le daba besos cuando quisiese, no era divertido si no podía molestarle y comer su deliciosa comida.