Capítulo.20

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El sonido de la electricidad volviendo interrumpió el silencio

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El sonido de la electricidad volviendo interrumpió el silencio.

Isaac estaba seguro de que sin luz Katia no iría a ninguna parte, sabía que ella preferiría pasar momento incómodo a estar con miedo en la oscuridad, pero ahora que ya había regresado, temía a que ella saliera corriendo como la vez de la alacena.

-¿Estas bien?, ¿en que tanto piensas?-

La pelinegra sabía que ese ¿estas bien?, era más un... ¿estuvo bien?

Y sí, había estado muy bien lo que hizo, supo interpretarla y avanzo sin la necesidad de esperar una respuesta, pero no estaba segura si darle su sincero "SI".

-Creo, que sí.- disimulo el nerviosismo y el revuelo en su estómago que el había causado. -Ya llego la luz.- recalco lo evidente. -Creo que iré a mi habitación.- se levantó intentando no verse brusca.

-Espera...- la agarro de la muñeca sutilmente. -¿Si te gustó?, ¿cierto?- ella volteó a verlo. -Me refiero a ¿sí te gusto yo?-

Una pequeña sonrisa ladina apareció en el rostro de Katia, sabía el efecto que estaba causando en el y le encantaba verlo de esa manera.

Alzó sus hombros en una seña de "No sé" y cuando miró que el agacho la cabeza para esconder lo nervioso que ella también lo ponía, agregó...

-No te detuve, ni te negué nada. Saca tus conclusiones García.- y sin más salió de la habitación dejándolo ahí con deseo de más.

Una noche después...

Como era de costumbre Katia se levantó tardísimo, afortunadamente era domingo y no tenía nada planeado que hacer.

Agarro su teléfono que estaba en el buro y se lo llevo al tumulto de sabanas.

Vio que tenía llamadas perdidas y unos cuanto mensajes.

Se sentó en la cama frotándose los ojos y ya que dejó que el oxígeno entrará mejor a su cerebro cayó en cuenta.

La subasta... hoy es la cita.

Abrio los ojos como plato mirando todas las llamadas perdidas y los mensajes de Zack.

Sin perder tiempo se paró toda desconcertada y apurada pero al dar un levanton así tan de prisa, sintió como todo en su cabeza dio vueltas y no abrió el closet, más bien, se estampó con el closet.

Intento no darle importancia retomando su postura mientras se sobaba la frente.

-Me preocupas.- dijo Jackie la cual había visto todo el espectáculo.

-Es tarde, es tarde.- salto por encima de la cama en busca de un cepillo o algo, pero su pie se quedó enredado en sábanas y cayó quedando con la cintura en la orilla de la cama y su rostro estampado en el suelo.

El Efecto // Isaac GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora