Capitulo 7

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—Hola —gruño en el teléfono, enojado de que alguien me esté despertando antes de que el sol haya decidido, incluso, levantar su fea cabeza hoy. Entrecierro los ojos en el reloj, sus números rojos mostrándome que es justo después de las cinco de la mañana. Se supone que estoy de vacaciones y no puedo ni siquiera dormir.

—¿Una noche dura, Vaquero? ¿Pensé que esto era un viaje de entrada y salida? Según mis cálculos, saliste hace tres días. Parece que has decidido pasar algún tiempo extra allí. ¿Qué está pasando?

—Jesucristo, Mery son como las cinco. ¿Qué demonios es lo que quieres?

—Bueno —hace una pausa. Sé que ella está mirando sus uñas, probablemente pensando que necesita otra manicura o algo así. Realmente no me importa, solo quiero dormir y olvidar que ayer nunca pasó—. ¿Cuándo vienes a casa?

—Pronto. —Estoy demasiado cansado para jugar su juego. Debería haberla despedido hace mucho tiempo, pero no lo hice y ahora estoy atascado.

—Peter —dice mi nombre en voz tan baja que sé lo que viene. No estoy de humor para lidiar con su mierda hoy.

—Ahora no, Mery.

—Te echo de menos. Ha pasado casi una semana desde que nos hemos visto. Permíteme estar allí contigo. Me necesitas.

—No.

Le cuelgo. No puedo tratar con ella y definitivamente no la quiero aquí fingiendo ser más de lo que somos. Mi error más grande fue dormir con ella. No, eso no es cierto. Mi mayor error fue dejar a Mar en su dormitorio aquella noche y no arrastrarla conmigo. Si lo hubiera hecho estaríamos casados y siendo padres. Tal vez tendríamos otro bebé ahora. Demonios, quizás estaríamos divorciados y nada sería diferente. Ella todavía me odiaría y mucho

Salgo de la cama lentamente y me dirijo a la ducha. Después de mi encuentro con Mar anoche volví aquí a dejar mi moto y caminar hasta el bar más cercano. No estar en Los Ángeles rompe mi estilo un poco. No es como si puedo llamar a alguien que venga a recogerme y yo sabía que iba a estar demasiado cansado para conducir de regreso anoche.

Estoy bajo el agua caliente, permitiéndole pulsar sobre mi cabeza. Creo que he estado temiendo este día más que nada. Secretamente yo esperaba que nunca llegara, y que mis días se repetirían una y otra vez, como una pista de música que estoy tratando de copiar.

Cerré el agua una vez que se puso fría y no me molesté en secarme mientras caigo de nuevo en la cama. Podría estrangular a Mery por despertarme. Sé que ella lo hace a propósito porque no quiere que me olvide que está allí... en el fondo presionando por el título de novia. A ella le encanta acompañarme en la alfombra roja. La idea de que la prensa piense que somos una pareja es emocionante para ella. Mery quiere el paquete completo, el dinero, la fama y la cara en todas las revistas y ella piensa que soy el boleto.

No importa cuántas veces le he dicho que no la quiero.

Me despierto por segunda vez cuando suena el teléfono del hotel. El personal de recepción me llama para decirme que el traje está siendo traído y que el coche de alquiler que pedí me está esperando afuera. Pensé que presentarse al funeral de mi amigo en mi Ducati no sería muy apropiado. Me visto con mi traje de raya diplomática negro. Mery ordenó tres nuevas camisas de vestir en colores básicos, negro, blanco y azul. Opto por blanco con una corbata negra, simple y elegante.

Con una última mirada en el espejo meto mis gafas de sol en el bolsillo. Puedo ser conocido como Peter Vargas, pero hoy soy Peter Lanzani y voy a llorar la muerte de mi amigo.

El camino a la iglesia es rápido. Estoy sentado en el estacionamiento contemplando mi próximo paso. No quiero llamar la atención lejos de Eugenia, así que estoy tratando de solo colarme justo antes de que comience, entonces voy a ser capaz de escaparme. Puedo presentar mis respetos y despedirme en el cementerio antes de salir de la ciudad mañana.

Siempre serás para mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora