Los héroes profesionales de la U.A. llegaron al lugar de la devastación, impactados por la escena de destrucción que se extendía ante ellos. La ciudad yacía en ruinas, los edificios destrozados y los escombros esparcidos por todas partes. Un silencio pesado descendió sobre el grupo mientras contemplaban el caos que se había desatado.
Endeavor, el héroe número 2, miró la escena con incredulidad, sus cejas fruncidas en preocupación. "Esto es devastador. ¿Qué podría haber causado algo así?", murmuro para sí mismo, incapaz de comprender la magnitud del desastre.
Los otros héroes profesionales compartieron su preocupación y aterrorizados mientras intentaban comprender la escala del daño. "No tengo ni idea de quién podría haber causado esto", dijo Best Jeanist, su tono lleno de consternación. "Es como si un poder inimaginable hubiera descendido sobre la ciudad".
Mirko, la heroína de los conejos, examinó con atención buscando cualquier pista y, por curiosidad, levantó un escombro con un color muy distinto, como si perteneciera a otro universo. "No hay ninguna señal del responsable. Parece más bien que una bomba nuclear hubiera destruido esta ciu...", no pudo terminar de hablar ya que se arrodilló y vomitó sangre.
All Might, el legendario símbolo de la paz, se dirigió a su compañera con una mirada preocupada. "Oh, por dios, Mirko, ¿estás bien? ¡Necesitamos ayuda médica de inmediato! Te llevaré ahora mismo", declaró el héroe número 1.
Algunos de los héroes profesionales comenzaron a mostrar los mismos síntomas, dejando de lado la búsqueda de pistas sobre el responsable. En otra parte desconocida del universo, Blast finalmente recobró el conocimiento. Se encontró en una habitación que le resultaba sorprendentemente familiar. Con un vago sentido de reconocimiento, se dio cuenta de que estaba en su propia habitación, en su hogar en la Tierra.
Se levantó lentamente de la cama, sintiéndose aún débil por los eventos traumáticos que acababa de experimentar. Miró a su alrededor y pudo ver los detalles familiares de su habitación, cada objeto evocando recuerdos de su vida antes de ser arrastrado a este conflicto cósmico.
Con determinación en su corazón, Blast se dirigió hacia la sala principal, donde sabía que encontraría a sus compañeros de batalla. Al entrar en la habitación, fue recibido por las miradas de preocupación y alivio de aquellos que habían estado a su lado durante la lucha contra Dios.
"¡Blast, estás despierto!", exclamó la única chica del grupo, mientras los demás se reunían a su alrededor.
Blast asintió débilmente, sintiendo una mezcla de gratitud y asombro al ver a sus amigos sanos y salvos después de la intensa batalla que habían enfrentado juntos.
"¿Cómo te sientes?", preguntó Boros con preocupación, acercándose para ofrecerle apoyo.
Blast tomó un momento para evaluar su estado, sintiendo una renovada sensación de energía comenzando a fluir a través de su cuerpo. "Me siento bien por ahora", respondió con sinceridad, agradecido por haber sobrevivido a la prueba que acababa de enfrentar.
Todos sabían que debían aprovechar al máximo el tiempo, ya que Garou podría liberarse del sello temporalmente en cualquier momento. Con una mirada determinada en sus ojos, Blast fue el primero en hablar. "Sabemos que Garou podría liberarse del sello en cualquier momento", comenzó, su voz firme y decidida. "Por eso debemos estar preparados y actuar con rapidez en hacer un plan".
"Entonces, ¿cuál será nuestro plan de ataque?" preguntó Beast King.
La clave aquí es debilitar a Garou lo suficiente como para que no pueda resistir un ataque conjunto", continuó Blast. "Propongo que enviemos a dos de nuestros luchadores para enfrentarse directamente a Garou. Boros y Beast King, ustedes dos tienen la fuerza necesaria para mantenerlo ocupado".
