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¡No dejaré que me toques!

Con un leve dolor de cabeza, abrió sus ojos para percatarse del entorno. Inicialmente solo pensó que su secuestro solo había sido un sueño, pero tan solo al ver que a su lado había una persona abrazándolo saltó de la cama.
Lo único que haría sería salir a su casa a hurtadillas como sea, pero una de sus manos estaba atada con una cadena que ya estaba clavada en la pared cerca de la cabecera de la cama, maldijo a todos los dioses posibles al ver que aquel hombre lo estaba mirando fijamente.

- Apenas te despiertas y Planeas dejarme yá?- Sonrió de lado.

- Maldito seas... ¡Suéltame!- Exigió enojado, la cadena solo media al menos tres metros de largo y su muñeca de se estaba irritando debido al hierro y el oxido ¿Cuánto tiempo llevaba con eso?- Si me dejas ir no diré a nadie la ubicación y te dejaré en paz.

Sus mismas palabras lo afectaron. Después de llegar a ser tan fuerte, ahora estaba intentando hacer un trato con su secuestrador porque no podía defenderse. Su enfermedad se lo había quitado todo, incluso el trono ya lo estaba perdiendo, su padre parecía dudar en heredarlo a él y no a alguien más saludable como Wei Wuxian.
Sin esperar respuesta solo agachó su cabeza y comenzó a jalar la cadena desde la pared.

- Mi nombre es Lan Xichen.- Habló finalmente mientras se sentaba en la cama pasando su manos por el cabello que estorbaba su vista. Era un hombre con muy buen cuerpo formado, pero lo único que le interesaba a Jiang Wanyi era salir de allí.

Su táctica seductora no funcionó, pero no importaba, porque ahora ese hombre era solo suyo.

- Desde ahora me llamaras por ese nombre, si me llamas de otro modo...- Lan Xichen disfruto de la mirada voraz que recibió a cambió.

- ¿Que es lo que me harías? ¿Sacarme los dientes? ¿Pellizcarme con pinzas? ¿Marcarme tu nom-. No debía darle ideas.

- ¿Quieres saber que te pasará si no lo hacés?- Lanzó una mirada afilada hacia el príncipe mientras sonreía.- En fin vendré después.

Jiang Wanyi mantuvo una distancia precavida mientras el Lan acomodaba su vestimenta bastante diferente con la que se presentó a la reunión; si miraba la habitación a detalle parecía tener cosas costosas. Tiene apellido Lan por lo que es posible que tenga dinero, también era posible que... Sí fuera familiar del maestro Lan.

A todo esto, al lado de la cama había un jarrón. Bien, esto podía ayudarle. Lo tomó con su mano libre y la puso bajo la sábana para luego hundirla hasta partirle.
Sin necesidad de hacer tanto ruido, trató de hacer un hueco al rededor de la cadena desde la pared, no fue profunda pero si la jalaba con suficiente fuerza seguro saldría.

Se subió en la cama y comenzó a jalar, pero  fue imposible debido a las heridas que tenía por el vidrio.

- Carajo, es por la sangre. Seguiré.- Pasó su mano por su túnica... Su... Túnica ¿¡DONDE ESTABA?! ¿Porque no la tenía puesta? - Espero que no me halla hecho nada.- Expreso en voz baja nervioso, viendo en él otra ropa distinta.

Otros dos últimos intentos con todas sus fuerzas y pudo sacarlo, la fuerza que usó hizo que callera hacia atrás, las sábanas enredaron sus pies y no pudo establecer su equilibrio, cayendo desde el otro extremo de la cama.

- Ahhh!- Dio un grito ahogado al sentir el calambre en su pierna. Maldito sea ese Lan, Porque claramente todo esto es su culpa.

Destino Marcado (Xicheng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora