Fuera de lo común [GoFushi] [UA]

• Verdad •

Mientras estaba en el coche, Megumi se ponía a pensar en las palabras que le había dicho a Satoru ese día, analizando todo se percató que fue muy contradictorio con él, ya que por un lado le pedía que cambiara ciertos hábitos que tenía y por el otro que no lo hiciera, ¿En qué estaba pensando cuando dijo todo éso?

Mientras seguía en sus pensamientos, una voz lo sacó de ellos de repente.

— Ey, Megumi, ¿Estás bien?— preguntaba Satoru viéndolo de reojo mientras aún conducía.— Has estado todo el camino distraído, llevo hablando un rato pero no me haces caso.— tenía un tono de voz que mostraba cierta preocupación.

— Oh, lo siento, no es nada, solo pensaba en que creo que fuí muy contradictorio hoy con usted, respecto a lo que le dije en la cocina y luego en el cuarto, quiero decir, no es necesario que cambie nada de usted por mí.— volteó a ver al albino, su perfecto perfil era imposible de ignorar.—No quiero que aparente una personalidad que no le corresponde, ya que usted siempre me dijo que fuera yo mismo en todo momento.— concluía para voltear su mirada de nueva cuenta hacia la ventana, dónde la mantuvo desde que salieron de la casa.

Satoru se quedó en silencio por un momento, sin saber qué decir, parecía que el pequeño pelinegro estaba confundido y eso solo le resultaba tierno, así que sólo se limitó a sonreír, él también estaba un poco confundido, Megumi le hacía tener cambios abruptos de humor, pasar de estar feliz a extrañamente exitado como un adolescente, y después siendo sobreprotector o hasta posesivo, a  veces se sentía patético por ello. Pensando en todo éso, concluyó en que lo mejor sería que ésta cita saliera bien.

Pasando un rato, al fin llegaron a su destino y lo primero que vió Megumi a su lado fué una enorme puerta de cristal con un marco dorado, era un restaurante grande, las letras de su nombre estaban hechas de cristal y deslumbraban con la iluminación de unas luces que lo rodeaban en un elegante marco de acero en forma de ramas curvas, la fachada era negra y tenía adornos en dorado y plateado, todo se veía muy ostentoso y elegante, porque no solo era el restaurante, sino también la zona, todo alrededor denotaba dinero y lujo, Megumi estaba acostumbrado a ser consentido por Satoru, sin embargo nunca había estado en un lugar así.

Sin darse cuenta, el albino ya había bajado del coche y le abrió la puerta para que éste saliera, extendiendo su mano, Satoru le daba la invitación a sostenerla, y éso hizo.

—Toma de mi brazo, pequeño Megumi.— flexionando la extremidad mencionada, se acercaba al pelinegro.— Déjame consentirte ésta noche más que otras veces.— lanzando una mirada inocente esperaba la respuesta de su pequeño.

Megumi aceptó la invitación, tomando el brazo del mayor, dirigiéndose a la entrada, ya había una reservación en ese lugar, aunque en un principio el motivo era algo casual, ahora tenía mayor importancia.Los dos hombres se sentaron en una mesa amplia, un lindo mantel blanco con encaje en las orillas lo adornaba con delicadeza, las sillas estaban juntas, como si fuera una mesa de pareja, Satoru pidió el menú y junto con Megumi, ordenaron la especialidad del lugar, y una vez que ésta llegó, procedieron a comer, mientras que a la vez, iniciaba la conversación que tanto esperaban ambos.

— Bueno, antes de iniciar, le agradezco la cita de hoy, honestamente me sorprendió que un lugar así existiera por aquí.— Megumi sabía que Roppongi era una zona adinerada, sin embargo no había conocido mucho de éste lugar, realmente estaba agradecido con Satoru.— Todo a sido muy bueno, la comida, el lugar, es justo que le agradezca, gracias.— con una expresión un poco seria y a la vez tímida, agradecía con sinceridad el menor.

— No es nada, ya sabes, todo sea por mi pequeño alumno.— sonreía con cierta ternura Satoru, para después aclarar su garganta y ponerse serio de inmediato.—  Ahora bien, lo que diré a continuación será largo, y la verdad, no espero que me entiendas o siquiera lo intentes, probablemente lo verás mal, y es cierto, pero tú quisiste una explicación por mis acciones, y es lo que te daré, una vez que termine, si quieres decirme algo, adelante, todo lo que hagas después de ello estará bien, así que mantente tranquilo.