Amor entre Pinceles y Flores.

Promesa

Hace tres meses y medio que vivo en el paraíso, ese es el nombre que le puse a mi estancia en este lugar costero, no importa que aún no me acostumbre del todo al clima y también al hecho de que Hange ha dado un giro enorme a mi vida, hasta el punto que me ha hecho trabajar con los pescadores del lugar, convirtiéndome en amigo de Mike Zackarius, el novio de su loca amiga, Bananas perdón Nanaba... Rió para mis adentros a la vez que me corrijo, porque si mi castaña se da cuenta, se molestaría por como me expreso de su adorada amiga.

Continuó con mi resumen mental de aventuras mientras observo la hora en en el célular-estoy en espera de Hange en este parque- también recuerdo que he paseado en lancha por el manglar; ese sitio lleno de vegetación naciendo de las aguas, dando hogar y alimento a diferentes tipos de aves con los pequeños crústaceos, cangrejos y molúscos que habitan en ese sitio, aún viene a mi mente la imagen de Hange explicándome todo aquello con ahinco y yo observándola sin interrumpir, también hemos aprovechado para pasear tomados de la mano por la playa e intercambiar nuestras historias de vida, en uno de esos momentos de dispersión me enterado, que mi bella cuatros ojos era huérfana desde los tres años, cuando sus padres murieron en un accidente automóvilistico, quedando bajo la tutela de sus abuelos al no tener más familiares, pero la muerte no satisfecha sorprendió llevándose a su abuelo hace cinco años por un infarto, quedándo solas la signora Aura y ella, ese día nos fuimos a caminar cerca del mar, para tratar de olvidar ese pasado que fue tan doloroso y asi terminar bañandonos como niños en las aguas cálidas del oceáno, estas experiencias en este viaje me han hecho revivir mis tiempos de niñez con mis abuelos. Si pudiera resumirlo en pocas palabras -soy feliz- me siento capaz de hacer tantas cosas sin cansancio, en mi mente solo gira la imagen de Hange y la hermosa relación que surgió entre los dos, su vitalidad me ha contagiado las ganas de vivir, tanto así que ya tengo preparadas las obras que exhibiré en Florencia.

-Mierda- no había tomado en cuenta ese detalle, que el tiempo de partir será pronto.

- Hola Levi, que te ocurre? Tu rostro muestra preocupación.

Al encontrarnos en el parque de la ciudad, crei que debía compartir con lentes ese hecho que acababa de recordar. La tomé suavemente de la mano para que se sentará junto a mí en una de las bancas, mi respiración punzaba por la angustia en mis pulmones, no tenia idea de como empezar...

- Mira lentes cuando vine aquí lo hice sin pensar exactamente que buscaba, solo sé que en mí se manifestó una necesidad de buscar algo que conectara con mi interior. Ese vacio hizo que me ofrecierán venir a este país, llegando aquí y conocerte, quiero que sepas que has sido lo mejor que me ha sucedido.
No deseo que creas que estoy jugando contigo -con mi tono de voz algo quebrado y sintiendo que me quema el aire en mis pulmones- le digo...
Hange mi cuatro ojos, debo regresar a Italia, la exposición de mi amigo será dentro de dos semanas... Y yo...debo irme.

-Levi calmate, no debes darme tantas explicaciones, entiendo perfectamente que viniste aquí porque necesitabas llenarte de inspiración y liberarte del tipo de vida tan estresada que llevabas en tu trabajo.
Solo te pido por favor que disfrutemos este tiempo que nos queda, he sido tan inmesamente feliz contigo que no empañare estos momentos con lágrimas, te pido que solo lo pasemos bien hasta que tengas que marchar.

Mientras acariciaba mi rostro admiré un poco de brillo en sus hermosos ojos mieláceos, siento en ese instante que el temor hace aparición entre ambos, ese miedo de que despúes de los próximos días todo esto se vuelva un recuerdo de verano que el viento arrastrará al olvido.

-Hange te prometo regresar no lo dudes.

Pero tratando de cambiar el ambiente triste, Hange hizo un comentario tan abrupto que me sorprendió...