𝐂𝐚𝐫𝐭𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐂𝐡𝐞𝐜𝐨

𝐈𝐧𝐢𝐜𝐢𝐨

El rugido de los motores aún resonaba en el aire mientras Checo y Max se dirigían hacia la ciudad para celebrar su victoria por el Gran Premio de Miami. Ambos estaban llenos de emoción y adrenalina por haber logrado el primer y segundo lugar respectivamente, un logro que sellaba su dominio y fortalecía su vínculo como equipo y como amigos, dejando todo lo malo en el pasado.

La noche estaba iluminada por las luces de neón y la energía vibrante de la ciudad. Los chicos de Red Bull se encontraban en una mesa divirtiéndose con Fernando Alonso, Carlos, George, Charles y Lando.

—Saben ¿cual es mi ship favorito de la parrilla? —Russell se levanta de su asiento con un vaso de whisky en su mano preguntándole a sus acompañantes. Los demás pilotos niegan a su pregunta riendose. —Pues es el Chestappen, y me encantaría que se hiciera realidad —Termina de decir George con una sonrisa y tomando un trago de su tequila. Todos los demás se ríen y se enfocan en Checo y Max, estos dos se dan una mirada rápida entre ellos y se ponen muy rojos ante la burla de sus amigos. Unos minutos después George se quedó dormido en el sillón de cuero y todos los demás se fueron a bailar, solo quedaron el mexicano y el neerlandés.

Decidieron ir a un lugar apartado, lejos del bullicio de los bares y clubes, donde pudieran disfrutar de la tranquilidad y la intimidad. Sentados en una mesa en un rincón tranquilo de un acogedor restaurante, Sergio y Max brindaron con tequila por su éxito. Sus risas llenaban el aire mientras compartían anécdotas y recuerdos de la carrera.

Conforme avanzaba la noche y las copas se vaciaban, Max sintió el peso de una confesión que había estado guardando en lo más profundo de su corazón. Mirando fijamente a los ojos de Checo, respiró hondo y decidió dejar salir la verdad.

—Checo —comenzó Max con voz temblorosa. —Hay algo que necesito decirte. Algo que he guardado dentro de mí por mucho tiempo.

Sergio lo miró con curiosidad, notando la seriedad en la expresión de Max.

—¿Qué pasa, Max? Puedes decirme cualquier cosa.

Max tomó otra respiración profunda antes de continuar, su corazón latiendo con fuerza en su pecho.

—He estado enamorado de ti, Checo. Desde el momento en que te conocí, desde el primer día que te tuve como mi compañero, supe que eras especial para mí. Y a medida que hemos compartido tantos momentos juntos, mi amor por ti solo ha crecido más fuerte. Tambien se que he sido un idiota contigo y no sabes como me arrepiento. Gracias por llegar a mi vida, desde que entraste al equipo he aprendido muchas cosas de ti, tu eres tan humilde, valiente, amoroso. Yo... bueno, te admiro mucho y te agradezco por abrirme los ojos con respecto a mi padre y son muchas las cosas que quiero decirte, pero no puedo expresarlo todo en este momento.

Un silencio tenso llenó el aire mientras Sergio procesaba las palabras de Max. El corazón de Max latía con fuerza, preguntándose qué diría su amado en respuesta a su confesión.

Finalmente, Sergio rompió el silencio con una sonrisa suave en sus labios.

—Max —dijo con voz suave pero llena de emoción —Yo también siento lo mismo por ti. Desde el primer momento en que entré al equipo, supe que eras alguien especial. Y a medida que hemos compartido nuestras victorias y nuestras derrotas, mi amor por ti ha crecido más allá de las palabras.

Max sintió como si el mundo se detuviera en ese momento, la alegría y la incredulidad inundando su ser al escuchar las palabras que había anhelado tanto. Sin pensarlo dos veces, tomó la mano de Michel con ternura.

—Checo —dijo Max con determinación —¿te gustaría ser mi pareja? ¿Te gustaría compartir tu vida conmigo, en las buenas y en las malas?

La sonrisa de Checo se amplió aún más, reflejando la felicidad y el amor que sentía en ese momento.

—Sí, Max —respondió con ternura —Me encantaría ser tu pareja. No puedo imaginar mi vida sin ti.

Con lágrimas de felicidad en los ojos, Max y Checo se abrazaron con fuerza, uniendo sus sus labios en un profundo beso, sellando su amor con un compromiso mutuo. En ese momento mágico y especial, supieron que su amor era verdadero y eterno, destinado a brillar incluso en la oscuridad más profunda.

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Publicado
12/02/2024

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