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Los Kim, ¿Qué podría decirse de los Kim?

Lo primero que llegaba al pensar en ellos era que era una familia noble, sin embargo no cualquier familia noble. Los Kim provenían de una larga muy larga estirpe de nobleza, los consideraban nobleza antigua.

Estaban alejados del drama de la corona y todos los conflictos que eso causaba, aunque a pesar de todo se rumoreaba que seguían en la línea de sucesión cercana, ellos solo se habían emparentado con nobleza directa durante las últimas generaciones.

Se decía que no eran tan endogámicos como la mayoría de la nobleza y gracias a ellos sus líneas sanguíneas eran fuertes dando descendientes sanos.

Lo segundo que se le venía a la mente cuando se pensaba en los Kim era: dinero, opulencia y contrariedad. Los Kim eran muy contradictorios los rumores que había de ellos eran diferentes a lo que decían sus conocidos.

Ellos también estaban rodeados de dinero y extravagancias, como todo noble tenía sus asignaciones por parte de la corona sin embargo al estar emparentándose con nobleza de varias líneas directas habían obtenido riquezas más allá de las asignaciones.

Ahora gozaban de una gran soltura económica a pesar de la opulencia con la cual vivían, lo cual los colocaba entre los ricos más deseados para casarse, todos lo sabían era como si fuera algún tipo de conocimiento general.

Observando lo que sería su nuevo hogar tuvo que decir que estaba de acuerdo con ello, si bien se trasladaban a la ciudad no era específicamente el centro de la ciudad, la casa del Conde estaba ligeramente a las afueras de la ciudad justo como la mayoría de las familias nobles.

Lo que se diferencia la casa de los Kim era la distribución, por lo general las casa nobles estaban ubicadas en el centro de la propiedad, aunque la de los Kim estaba en los límites.

La entrada de la casa estaba justo en los límites y era una entrada bastante corta solo de unos metros en donde los perfectos arbustos podados y los hermosos rosales que florecían espectacularmente.

Desde la entrada se podría apreciar la residencia a la cual llamaría hogar, era un deleite visual. Una casa exquisita, estaba hecha de piedra que había sido tallada en cuadros perfectos que tenían un suave color grisáceo que a pesar de ser un color bastante apagado se veía muy bien en la imponente casa.

Desde el exterior se veían exactamente tres torres que Seokjin estaba seguro serian de habitaciones o simple almacenamiento, una de las torres tenía un pequeño balcón en donde llegaban las enredaderas de entre las cuales salían preciosas y coloridas flores.

Era la única torre que tenía ese precioso espectáculo natural, había grandes ventanales y a pesar de que la estructura estuviera hecha de piedra como algunos castillos era claro que en su interior seria de manera diferente, al menos lo esperaba.

La construcción era claro que en algún momento había servido como una pequeña fortaleza, justo lo que se esperaba de una familia tan acomodada como los Kim.

Y no se equivocaba porque la residencia principal de la noble familia se había construido como una fortaleza para dar seguridad a la familia cuando los tiempos estuvieron turbulentos debido a tensiones políticas.

Ahora se había convertido en su residencia principal y no era porque necesitaban seguridad sino porque era imponente lo cual venía con una dosis de respeto hacia ellos, cuando el carruaje ingreso Seokjin tenía las manos sudorosas y los nervios lo tenían un tanto mal.

Antes de iniciar el viaje Namjoon había comentado que cuando estuviera instalados en lo que sería su nuevo hogar él debía de hacerse cargo de la casa siendo que esto era su responsabilidad al ser su esposo.

El Doncel Del Conde Kim (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora