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Lee Seokjin era un doncel de envidiable belleza y cuna siendo hijo primogénito de un vizconde, estaba preparado en todas las áreas tanto en el hogar como en los negocios y en la política, algo nada común entre donceles aunque fueran de nobleza.

Seokjin había sido preparado no para un gran puesto, sino para ser el esposo competente de un competente caballero que le llamase la atención, el vizconde creía firmemente que tener el esposo o esposa adecuada hacía que la fortuna de un hombre aumentara.

El padre de Seokjin había despreciado a la madre de su primogénito primero no solo por haberle causado muchos estragos con su poca preparación para temas complejos en la alta sociedad así como también en el manejo de los asuntos personales y domésticos.

El vizconde Lee aceptaba que su primera esposa fue su mayor error y debe decir que hasta sintió cierto alivio al esta morir en el parto de su primogénito quien para su mala fortuna era doncel, hubiera deseado un niño para no tener la molestia de volver a casarse para poder tener un heredero hombre que obtuviera su título al morir.

El hombre a pesar de todo no alejo al pequeño doncel quien a pesar de ser un bebe era apacible solo lloraba cuando tenía hambre, necesitaba un cambio o tenía alguna dolencia siempre manteniendo en sus pequeños labios una leve sonrisa que encantaba a cualquier alma por cruel que fuera.

Seokjin apenas tenía unos meses de nacido cuando su padre se volvió uno de los viudos más cotizados en la temporada social quien rápidamente volvió a casarse con una pequeña chica presentada en sociedad, la pobre oveja apenas tenía diecisiete años y se vio casada con un hombre de treinta y cinco.

La chica a pesar de tener pocos años estaba bien preparada para ser una digna esposa y madre claro que de sus propios hijos sin embargo al casarse con el vizconde tuvo que aceptar por defecto a Seokjin quien afortunadamente era doncel y no heredaría el título.

El doncel desde su nacimiento fue delegado a nodrizas y cuando tuvo una nueva madre no fue diferente incluso niñeras fueron contratadas para el hermoso doncel.

El vizconde siempre vio con buenos ojos a su pequeño doncel quien conforme los años pasaron demostró cualidades que las cuales sus otros hijos quienes eran todos hombres carecían.

Seokjin tenía un talento innato en ser bueno en casi todo lo que hacía, bordaba de maravilla, cocinaba como los ángeles, en un periodo de prueba llevo la casa a la perfección luego de ello llevo las riendas de un grupo de hombres que manejo con ese carácter implacable que siempre lo caracterizo algo que un vizconde debía de tener se decía Lee.

Si bien el carácter y coraje de Seokjin eran cualidades admirables en un hombre para un doncel era abominable por lo que según el vizconde se aseguró de que este solo podía relucir en defender las causas de su marido nunca contra este, en pocas palabras el padre de Seokjin se aseguró de criarlo con un carácter de un gran noble con todas sus cualidades de la misma manera sin embargo sometiéndolo al yugo de su marido dejándolo a merced de quien compartirá su lecho.

Seokjin tenía la convicción de que se casaría por amor, nunca por razones políticas o algún otro motivo y si alguien planeaba hacer algo en contra de su voluntad él reaccionaria como en ese mismo momento.

— ¡Me niego rotundamente! —los ojos resplandecientes en ira de su madre lo observaban impasibles.

—No tenemos otra solución Seokjin, estamos cerca del precipicio lo único que tenemos es nuestro rango que esconde las terribles deudas que hemos contraído desde la enfermedad de nuestro padre —el vizconde había caído preso de una terrible enfermedad desde hace varios meses que lo mantenía en cama y ausente de sus responsabilidades las cuales tomo el hijo mayor Lee Manwol el primer hijo varón.

El Doncel Del Conde Kim (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora