1ra Carta

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Querido Lucifer:

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Querido Lucifer:

La verdad no nos conocemos, así que tal vez esto te parezca un poco extraño, pero siento que esto es necesario. Mi nombre es Alastor, trabajo en una de las emisoras de radio más conocidas cerca de un supermercado de la Calle 64-Sí, aquella estación donde siempre esta al aire con bastantes noticias nuevas y buena música-Tengo veinticuatro años, soy bastante alto, delgado, de tez morena y con el cabello castaño bien peinado. Probablemente no me reconocerías si te hablase en la calle, no tengo una cara muy memorable. Je, realmente no sé por qué te estoy diciendo esto si te soy sincero, pero esta no es la principal razón por el cual te escribo.

Ayer estuve trabajando hasta muy tarde, fue un día normal la mayor parte del día, pero estarías impresionado de saber lo interesante que este empleo puede ser a veces. Ese día estuve transmitiendo algunas cuantas palabras de motivación para el público, como cada día, al menos eso me mantenía feliz, ya que amaba la radio. Podía pasar horas y horas en la emisora brindando transmisiones. Ese día termine la transmisión y estaba listo para irme a casa como cada día.

Pero eso cambio por completo esa noche cuando te vi entrar por aquella puerta. No sé exactamente qué fue lo que llamó mi atención de ti, pero cuando te vi sentí una extraña sensación. Una mezcla entre excitación, emoción y curiosidad. Te vi dirigirte hacía uno de los empleados preguntando por algo o alguien, el empleado me señalo y tu comenzaste a acercarte donde yo estaba, muy rápidamente me incorporé. Y fue sólo en aquel instante en que te acercaste a mi, que me hizo dar cuenta de que aquello que me llamó la atención hacia a ti. Eras realmente hermoso. 

Tenerte tan cerca solo hizo que mi mente guardara tu imagen en mi cabeza, sobre todo tus ojos, aquellos ojos azules, solo hicieron que mi mente volara e hiciera perder todos mis sentidos. Eres lo más hermoso que había visto en toda mi vida. Como si fueras un hermoso angel caído en un mundo lleno de pecadores.

­­­"Hola" Me saludaste con una pequeña sonrisa, sonrisa con el cual solo hizo que mi corazón se acelerara de la emoción. Pude notar por la forma en que hablabas, caminabas y por tus ojeras que no haz estado durmiendo bien, aunque no era extraño teniendo en cuenta la hora en la que estábamos. No supe cuanto tiempo me quede en mis pensamientos pero cuando recordé de que me habías saludado, rápidamente te salude en voz baja y con muchos nervios "H-Hola" forcé una sonrisa, pero era obvio que lo notarías por mis nervios. Me maldije mentalmente por eso.

Me quedé en mi lugar por un segundo, tratando de concentrarme. Rápidamente te pregunte que necesitabas, me pediste que diera una emisión importante para el día de mañana a primera hora, ya que al parecer era muy importante para ti, me diste el papel de las palabras que querías que dijera pero obviamente antes tenía que darle una leída. Comence a leer el papel que me diste por unos segundos, pero no pude evitar mirarte un poco e inconscientemente me atreví a preguntarte "¿Cuál es tu nombre?", dije. Mire como fruncías el ceño al escuchar aquello, dándome cuenta lo raro que eso te podría haber sonado, de todas formas no me arrepentí de haberlo hecho. 

Recuerdo que dijiste que te llamabas Lucifer Morningstar , aunque me dijiste que podía decirte Lucifer. Mon bel ange. Con eso me bastaba, realmente me gustaba tu nombre, era muy lindo. No pude evitar susurrar tu nombre en voz baja mientras lo repetía en silencio mientras mi mente solo repetía tu nombre una y otra vez.

Aunque pronto me percate de tu rostro confundido cuando te volví a ver, no pude evitar preguntarme algo preocupado si había hecho algo que te hubiese molestado, esperaba que no. Sonreíste tan comprensivamente y preguntaste "¿No deberías estar leyendo lo que te dí?", dijiste, y apuntaste hacia el papel que tenía en mis manos. 

Parpadee un poco estando sorprendido y avergonzado por mi torpeza y me disculpé, para luego comenzar a leerlo, acomodando torpemente mis anteojos en el puente de mi nariz, ante la vista de todos los presentes en la emisora, leyendo lo más rápido que podía. No creía las cosas que me estaba sucediendo, ¿Que tan estúpido era? Pero cuando levante la mirada y nuevamente te miré, me di cuenta de que estabas soltando unas pequeñas risas.

"Eres lindo", dijiste. Traté de mantener la compostura, pero estaba demasiado emocionado por tus palabras que no pude evitar decir "Tú también lo eres, bello ángel", dije, mientras terminaba de leer todo, diciéndote que daría la mejor emisora de todas para ti. Me sonreíste, te diste la vuelta y empezaste a caminar en dirección de la salida. Caminando unos cuántos pasos te diste la vuelta y dijiste "Gracias y buenas noches" cuando vi que cruzaste la puerta, sentía esa necesidad de ir trás de ti y decirte que no te vayas, te quedes más tiempo. Odiaba esa sensación de verte ir.

Me imagino que parezco muy estúpido escribiendo todas estas cosas, aunque admito que me agrado estar contigo aquella noche, anoche llegué muy feliz a casa, probablemente lo recuerdas, quiero decir por supuesto que lo harás, sucedió ayer, verte sonreír y que me llamaras de esa forma hace que todo esto se sienta tan irreal.

De cualquier forma, quería escribir esta carta Mon bel ange, para decirte con toda sinceridad que te amo. Me bastó tan solo estar ese pequeño momento contigo para darme cuenta de lo que sentía por ti. Estoy seguro que en esa pequeña interacción que tuvimos fue suficiente para quedar totalmente cautivado por ti.

Te haré llegar esta carta en breve.

Atentamente, Alastor.

Atentamente, Alastor

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Querido Lucifer - RadioApple|AppleRadioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora