With My V4lentine Week ~ Snucius

Primera vez

Caminaba por los pasillos con nerviosismo, era la primera vez que se encontraba en un lugar tan grande, su casa era mucho más modesta que el gran castillo en el que se encontraba, una de las pocas ventajas que veía era que tendría a donde huir si la situación lo ameritaba.

Dio la vuelta en una esquina y chocó contra otro alumno, se asustó demasiado, y se cubrió esperando el golpe, pero solo se encontró con una mano extendida para ayudarlo a levantarse.

-¿Estas bien?

Levantó la mirada encontrándose con un par de joyas de un azul tan suave que fácilmente podrían confundirse con el gris, tentativamente acerco la mano, esperando que le fuera arrebatada, como algún tipo de broma cruel, grande fue su sorpresa cuando sintió que esta era tomada con delicadeza para efectivamente levantarlo del suelo y ayudarlo a recoger los libros que se encontraban regados por el suelo.

-Sí, gracias por la ayuda

Agradeció suavemente mientras se sacudía un poco el polvo que se había pegado a su tunica.

-No hay problema, adiós pequeño, estan por empezar las clases

Se quedó un momento viendo la cabellera rubia alejarse antes de salir corriendo a su primera clase.

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Lucius salió del aula de transformaciones con sus libros firmemente agarrados, no podía sacarse de la cabeza al primer año con el que se había tropezado a inicios de la semana, mentiría si dijera que el chico no era lindo, era una pequeña piedra preciosa entre toda la grava de la institución, sonrió recordando esos lindos Onix que tenia por ojos el chico, era realmente adorable.

Caminando hacia su siguiente clase se encontró con una escena sorpresiva, un cuarteto de gryffindors de primer año tenian al dueño de sus pensamientos acorralado en una esquina, insultandolo, burlándose de él y deleitandose con las lagrimas del más pequeño, algo dentro de él se revolvio ante esa imagen, y dirigiendose hacia ellos lanzó unos cuantos maleficios punzantes que los orillaron a emprender la huida.

-Severus ¿Te encuentras bien?

Era una pregunta estupida, se golpeó mentalmente por eso, sobre todo cuando el chico lo miró de frente con esos ojos cristalinos que le partieron el corazón.

-Sí

Fue una respuesta corta y seca, seguida de una escapada limpia y rapida que solo lo hizo sentir peor, ahora en adelante debería tener más cuidado y quedarse entre las sombras.

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Volvía a recorrer los pasillos, esta vez huyendo de los gryffindors que en menos de un mes de clases ya se habían convertido en sus bullys personales, justo ese día habían aprendido un nuevo encantamiento, wingardium leviosa, y los leones le habían expresado abiertamente que deseaban practicarlo haciendolo levitar hasta colgarlo de lo más alto de cualquiera de las columnas del gran comedor, estaban diciendo algo más pero él aprovechó para huir de allí.

Ahora corria a todo lo que sus infantiles piernas le permitian, no sabía hacer hechizos de defensa y eran 4 contra 1, estaba en una clara desventaja, dió varios giros perdiendose cada vez más entre los enrevezados pasillos, hasta que gracias a su mala suerte terminó topandose con un pasillo sin salida, de una zona que nadie frecuentaba, intento devolverse pero ya era muy tarde, los 4 merodeadores como se hacian llamar, lo tenian acorralado, solo pudo caminar de espaldas a la pared en un intento por alejarse, cerró los ojos con fuerza cuando chocó con los ladrillos de piedra y vio la varita de Potter apuntarle.