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Mudarme a Puerto Rico no era opción, pero no puedo negar que ha sido una de las mejores decisiones de mi vida. — sonreí mirando a Abril a mi lado.

Mi amiga llevaba viviendo en pr un poco más de tres años, yo viví en Los Ángeles con mi antigua pareja y prácticamente salí huyendo de ahí por su infidelidad, me rompió el corazón. Ahora me encuentro aquí, mudada a Puerto Rico viviendo con Abby, si muchas se cortan el cabello para cerrar ciclos, yo hice la nueva y me mudé a otro país.

Te dije que te iba a encantar, es una isla encantadora y además aquí tendrás trabajo de sobra al igual que en LA — mencionó mientras tomaba de su cóctel.

Estábamos tomando el sol alrededor de la piscina de la casa en la que vivíamos.

Hay muchas personas de la industria que contratan siempre un make up artist para sus videos y así, es pan comido conseguirte algo. — se encogió.

Yo sonreí, estaba segura de aquello, además que mi trabajo como maquillista era impecable y nunca tuve quejas de ello.

Por favor, espero conseguir algo pronto que ya me estoy aburriendo sin hacer nada.

Exagerada, llevas una semana apenas.

Para mi es demasiado, sabes que no paraba estando en Los Ángeles. — suspiré recostando mi cabeza en la silla plegable en la que en encontraba.

Escuché a mi amiga reír sin decir más nada, no podía ganarme en cuanto a discusión sobre trabajo, sabía que era una trabajadora compulsiva.

El día transcurrió tranquilo, nos tomamos varias copas mientras charlábamos alrededor de la piscina y hablábamos cosas que recordábamos de los viejos tiempos, no me sentía tan sola ahora y tampoco me sentía tan mal por lo que había sucedido con mi ex... además ya llevaba un mes desde que todo sucedió.

Hagamos algo hoy por la noche, ¿te parece? — sugirió Abby, yo me giré a verle mientras caminaba hacia la cocina. — Vayamos a fifty eight, vi que habrá tremendo fiestón — alzó las cejas divertida.

Yo reí, luego suspiré. No me iban mucho esos lugares, pero estaba en Puerto Rico y recién llegaba como para oponerme a las mejores ofertas que podía hacerme mi amiga en cuanto a diversión.

Bien, vayamos a divertirnos un poco hoy.

Abril soltó un chillido de felicidad y dió un par de brinquitos mientras se acercaba a abrazarme, lo mucho que me conocía, estaba feliz porque pensaba que no aceptaría.

Hay que ir de compras, ¡Dios! Voy a comprarte un par de vestidos sexys para que deslumbres. — reí en respuesta, sin decir nada más, mientras le seguía fuera de la cocina para ir a buscar nuestras cosas e irnos al mall.

Ah, ¿en qué me había metido yo hoy?

Por favor pongámonos ebrias hoy — la miré alzando una ceja y luego negué entre sonrisas.

Abby, apenas estamos llegando y ya te quieres emborrachar.

Hace mucho no salgo contigo, y ya luego te ocupas en tu trabajo que no te queda tiempo de na — bufó mientras me jalaba con ella hacia dentro de la discoteca.

En parte tenía razón, como mencioné anteriormente era una puta esclava, pero era porque amaba mi trabajo y amaba hacerlo bien, así que esta noche tal vez podría dejarme llevar por la mala influencia de mi amiga.

Comencemos con dos shots de tequila cada una — sugerí en cuanto llegamos a la barra.

Vi la cara de picardía de ella, abriendo su boca un poco en forma de sorpresa.

between themDonde viven las historias. Descúbrelo ahora