Callejón Diagon

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───── 🌙 ─────

Han pasado años desde que mi abuela falleció, pero hoy en día me gusta seguir sus nobles y preciados consejos. Despierto a las seis de la mañana y comienzo a arreglarme, me ducho, lavo mi rostro, cepillo mi cabello y elijo cuidadosamente un atuendo adecuado. La casa siempre está limpia y ordenada gracias a Kreacher, así que bajar las escaleras hasta la sala es algo muy reconfortante, porque antes de llegar puedo hallar antiguos cuadros de mis abuelos y mi amado padre.  

─ buenos días ama Black, el desayuno está servido - habló Kreacher cuando terminé de bajar a la sala - su lectura matutina se encuentra junto al periódico 

─ buen día Kreacher, gracias - saludé - ¿Noticias? 

─ la señora Malfoy invitó a la pequeña ama Black al Callejón Diagon para hacer las compras antes del comienzo del año escolar 

─ supuse que lo haría, le enviaré mi respuesta con Hércules - suspiré y tomé un poco del fresco jugo de calabaza - creí que mi padrino me acompañaría, debe estar ocupado con su trabajo  

─ Kreacher puede hacer las compras si así lo desea 

─ probablemente tengan que hacer arreglos en mi túnica y quiero aprovechar para conseguir más lecturas, ¿Crees que la biblioteca de Hogwarts sea tan inmensa como dijo mi padrino, Kreacher? 

─ la señorita Black será una estudiante tan honorable como lo fue el amo Regulus

Me agrada cuando Kreacher me compara con papá, despierta muchas cosas en mí, las personas suelen decir a menudo que nos parecemos mucho y eso me hace sentir orgullosa. ¿Cómo habrá sido? ¿Cómo se comportaba? ¿Qué clase de cosas le gustaban? ¿Estaría orgulloso de mí?. Tenía muchas preguntas y muy pocas respuestas. 

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La tía Cissy dijo que nos encontraríamos en el callejón un poco antes de la hora del almuerzo, salir de compras no era una situación que me agrade o me emocione demasiado. Kreacher cepilló mi cabello y lo adornó con un moño verde esmeralda, me puse un lindo vestido negro largo y cubrí mis piernas con un cancán blanco. Me puse mis zapatos favoritos de charol negro, que tenían un adorno de plata con el logo familiar, y acomodé sobre mi cuello el collar generacional que mi abuela me heredó. 

No me agrada salir de casa y mucho menos adentrarme en un lugar tan visitado como el Callejón, la gente suele agradarme poco y molestar demasiado. Todos los niños de mi edad caminan de la mano con sus padres o madres y yo solo puedo agarrar con fuerza el caldero. En la lejanía pude ver a Cissy, ella levantó su mano y la agitó en el aire. 

─ buenos días, tía, hoy luce radiante con ese vestido 

─ siempre tan dulce y linda - dijo Cissy sonriendo - ¿Cómo te encuentras? 

─ todo está en orden 

─ ¿La casa? ¿Hay algo que necesites? - siempre fue amable y atenta, Draco era muy afortunado al tenerla - pensé en que podríamos ir juntos a la terminal

─ Kreacher me llevará, no hace falta que se tome las molestias 

─ puedes tratarme de tu, cariño, somos familia... - con su mano acarició mi cabello - Draco está dentro de la tienda de túnicas, ¿Quieres que te acompañe? 

─ iré por mi cuenta, gracias 

Me di la vuelta y caminé hacia la tienda de túnicas, al entrar pude escuchar una molesta y ruidosa campanilla. La irritante y familiar voz de Draco retumbaba entre las paredes del pequeño negocio. Cuando me acerqué pude verlo encima de un escabel, con su cabello bien peinado y una gran sonrisa arrogante. Junto a él había otro niño, de ropas extrañas y desarregladas, cabello azabache, lentes redondos y ojos brillantes. 

CATARSIS [Theodore Nott]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora