CATARSIS [Theodore Nott]

Sexto año

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(Lyra Black)

Estábamos en el comedor, Nilak le había pedido ayuda a Theo con la asignatura de Defensa Contra las Artes Oscuras y él había accedido rápidamente a hacerlo. También tenía tarea para hacer, así que, decidí acompañarlos. Daphne estaba con nosotros, sentada lo más lejos posible de Blaise. 

─ ¿Entonces irán? - preguntó Blaise, por quinta vez 

─ ¿Cuándo te hemos dicho que no a una fiesta, Zabini? - pregunté 

─ solo me aseguro de que todo saldrá bien, ya Malfoy dijo que no vendría, ¿Qué diablos le sucede? 

─ debe estar así por el padre - dijo Theo - ¿De dónde sacaste esto? 

─ de aquí - señaló Nilak - ¿Puedo ir a la fiesta con ustedes? 

─ podrás hacer tus propias fiestas cuando tengas la edad necesaria - hablé - no es el caso en este momento... 

─ hablando de Malfoy...me pidió la tarea de herbología y nunca vino a buscarla - suspiró Daphne - no soy su estúpida sirvienta 

─ señorita Greengrass... - habló mi padrino, logrando asustarnos a todo - debería cuidar su vocabulario 

─ lo siento, profesor - dijo Daphne 

─ señorita Black, ¿Podría acompañarme? 

─ estoy terminando lo que me pediste, solo me queda esto...iré a las mazmorras en unos minutos 

─ no es sobre eso...se trata de su primo 

Mi primo, Draco. ¿Qué había sucedido? ¿Qué tan grave era para que mi padrino venga a buscarme?. Lo habían atacado y estaba en la enfermería, tardé menos de cinco minutos en llegar. Se veía pálido y adolorido, ¿Quién había sido? ¿Qué le había pasado exactamente?. 

─ Draco 

─ vete, Lyra - pidió 

─ sectumsempra... - susurré, al ver sus heridas - ¿Quién fue? Nadie más que- 

─ me encargaré de eso... - dijo mi padrino y se fue 

─ no te dije nada porque confié en que podrías salir de esto por tu cuenta...somos familia, Draco, ¿No puedes confiar en mí? 

─ ya es suficiente conmigo

─ si te atacaron es porque alguien descubrió algo, ¿No es así? 

─ ya no importa, no hay nada que pueda hacer 

─ Draco 

─ no les pasará nada, no entrarán a nuestra sección

─ ¡Deja de hablar así! 

─ no envíes nada a casa, ya no 

─ ¿Por qué no puedes explicarme lo que sucede? Te ayudaré si lo necesitas 

─ quiero descansar, Lyra, ¿Puedes irte? 

─ si envías algo al número doce...llegará directamente hacia donde estoy y no habrá rastro, si necesitas hacerlo, solo hazlo, nunca es tarde

Sabía que me había escuchado, que lo había entendido...a pesar de no responder. Salí de la enfermería y me topé de frente con Theo, que venía caminando con una mano en su bolsillo y la otra con una manzana verde mordida.