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Narra: Nahoya Kawata

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Narra: Nahoya Kawata

Carajo, ya me había acostumbrado tanto a quedarne a dormir hasta las 11 de la mañana.

Yo que tanto cariño le había agarrado a las vacaciones, ahora me estoy arreglando para empezar el semestre, odio la escuela pero tengo bien en mente jamás abandonarla, por si no logró cansarme con una mujer o un hombre con dinero, yo seré ese hombre con dinero.

Mire adelante, encontrándome con mí reflejó.

Me alizare el cabello y lo cortaré un poco.

Sonreí en grande, luego escuché el llamado que mí madre me hizo; escupí la pasta en mí boca, me lavé la cara, y con apuró me puse el uniforme, salí casi corriendo de mí habitación bajando a la primera planta.

—Buenos días mamá, buenos días Sou-Sou.—Me senté en la mesa listo para tomar el desayuno, aún es temprano, no hay problema.

—Buen día mí niño.—acaricio mí cabeza, mientras me mostraba una sonrisa.

Narra: omnisciente

Souya miraba la escena de cariño de su hermano y madre, con una gran tristeza.

El sabía que a su madre no le importaba mucho, el se parecía tanto a su padre, así que toda su familia materna lo odiaba por aquél hecho.

Desde que tiene memoria, el no ah recibido mucho afecto por parte de su madre, lo único que tiene en la vida es su hermano y sus amigos.

Que dolido se sentía al pensar y reconocer que a su madre le valía un carajo que exista y también sea su hijo.

También se sentía como un completo estúpido, nunca se atrevió a decirle a Nahoya como se sentía, quería hablar con alguien, y contarle todo lo que sucedía, todo lo que sentía...

¿Que hizo su padre? Seguramente se preguntan.

Si tienen dudas, le fue infiel a la señora Kawata y la dejo, los gemelos no saben mucho al respecto, o eso piensa la familia, y esa familia menosprecia a Souya por el simple hecho de que se parezca a su padre.

Con lentitud se levantó del asiento acomodando la silla en contra de la mesa, se alejó rápidamente y subió las escaleras subiéndose en su propio mundo.

—Que mierda de mundo.—dijo en un susurro a la par se encierra en su cuarto.

—dijo en un susurro a la par se encierra en su cuarto

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Narra: Ran Haitani

Extrañamente hoy tengo muchas ganas de ir a ese nuevo colegió, tengo ese raro presentimiento de que algo bueno pasará si voy.

¿Esto feliz? Ni yo se.

Terminé de arreglar mí cabello, luego salí de mí baño, si tengo baño privado; con un poco de apuró me coloqué el nuevo uniforme, no está mal. Finalmente termine de arreglarme, salí, no hay nadie en casa exceptuando a Rindou y a mí.

La casa es normalmente muy solitaria...

Somos ricos, pero no hay sirvientes por si intentan robarnos algo de gran importancia.

Mamá está en el hospital... Ella está bien y tiene buena salud, pero es un incidente que ocurrió llevándola a ella al hospital, si son chismosos se los cuento.

Verán, como hijo mayor en algún momento tendré que cansarme, así que mí padre quiso arreglar un matrimonio con una chica hija de otro empresario, yo me negué y el casi me obliga, sin embargo mamá intervino... Tenemos una gran madre...

Y luego papá, el no está en casa por el trabajo en la empresa.

Ahora que lo pienso, debo sentirme afortunado, no me eh vuelto loco apesar de todo lo que pasa por mí mente.

Y peor, las drogas y alcohol que hay en mí sistema; jaja, soy un puto desastre.

Ah, me olvidé decirles que tenemos conductor, así que como no sabemos el trayecto hasta esa escuela el nos llevará, solo por hoy.

No es por querer hacer escándalo, es solo por no querer perdernos.

Habíamos desayunado un poco rápido cuando nos fijamos en la hora, llegábamos tardé

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Habíamos desayunado un poco rápido cuando nos fijamos en la hora, llegábamos tardé.

Al llegar a la entrada del establecimiento, muchas personas se acercaron con curiosidad.

Salí con rapidez del auto, despidiendo a Tadashi (nuestro conductor), tomé la mano de Rin y juntos entramos.

Sin querer chocamos con alguien, no supe quienes eran hasta que elevé la mirada.

Me equivoque pensando que no volvería a ver a tan grande belleza después de esa noche, está aquí, justo parado delante de mí.

Narra: omnisciente

—¿Cómo te llamas?—las voces tango de Nahoya como de Ran se escucharon al mismo tiempo.

—D-dilo tu.—esta vez solamente fue Ran.

—Soy Nahoya Kawata, puedes decirme Smiley y el es mí hermano Souya.—extendio la mano, Ran con confianza la tomo y se paró.

—Somos los Haitani, soy Ran y el Rindou.—Con un dedo señaló a Rindou, este sonrió levemente.

<Momento RinGry>
Narra: Rindou Haitani

Que emociones tan nuevas, nunca había visto a un chico tan hermoso como este tal Souya.

Ese cabello de algodón, sus ojos color celeste cielo, esa pequeña sonrisa en su rostro, me parece tan tierno.

Se que esto es raro porque apenas lo conozco...

Ahora recuerdo una novela que mí madre me solía contar sobre el amor verdadero, los destinatarios y las almas gemelas... ¿Será posible que sea real?...

No lo sé, en verdad no lo sé...

Que mala soy escribiendo pero bue

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Que mala soy escribiendo pero bue.
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Extraño[Ran x Nahoya] RanHoya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora