Extraño[Ran x Nahoya] RanHoya

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Especial: pasado de los Haitani.

Narra: Rindou Haitani

Nací un año después de Ran, nuestros padres siempre fueron muy cariñosos.

No entiendo el porque mí madre lo era, después de todo, no era un hijo legítimo de esa familia, si tengo la sangré, soy hijo de mí padre... Pero no de ella.

Es difícil de explicar, pero mí familia es un tanto destruida, solo tengo a Ran cómo mí mayor apoyó, mí único hermano...

Lo sé lo sé, debería sentirme bien, siempre me brindaron amor incondicional.

Y todo iba bien, por lo menos hasta los 7 años, en esos momentos empecé a tener dificultades en mí vista, tal así también tuve que empezar a utilizar lentes.

Las burlas iniciaron, y Ran no podía estar en todo momento conmigo así que no tuve otra alternativa que empezar a entrenar, el también se sumó poco después...

Me enteré que se burlaban de él, diciendo que era una chica, o que era trans, no tengo nada en contra de una persona así, por supuesto que no, es más me considero bisexual, pero...

Mí hermano no estaba muy cómodo con los apodos que le ponían, yo tampoco estaba muy cómodo con los que me pusieron a mí.

Estuvimos un tiempo soportando una cantidad de golpes;lo admito, así fue en todas las escuelas, siempre se nos burlaban, y luego nos empezaron a golpear, nos cansamos de ese tipo de cosas, hablándolo y dándole apoyo al otro nos encargamos de que entendiesen que no soportaríamos más.

Así lo hicimos en cada una de las escuelas a las que pudimos asistir, se repetían las burlas, las palabras, los abusos, nos cansamos tan rápido de ello que... No nos dieron más opción, era o dejarles en claro con palabras o con golpes...

No... Fue mí culpa que ellos no hayan parado con cada acción en contra de nosotros, se los advertimos, pero no lo hicieron así que los golpeamos...

Espero se entienda todo lo que eh dicho.

Narra: omnisciente

—Y así fue siempre, no sufrimos en casa, pero las escuelas no fueron buenos lugares para nosotros... Talves quieras alejarte por lo que acabó de contarte, pero quiero asegurarte de que no eres una persona a la cual quiero dañar, más bien, quiero protegerte.—dijo Rindou.

Hace unos momentos acababa de llegar a un parque cercano a esa escuela; le aviso a Ran y Souya le aviso a Nahoya, no tendrían mucha preocupación.

Ya habían pasado dos días desde que ingresaron a esa escuela, su amistad nació pronto, aún actuaban con un poco de timidez.

Pero, Souya le pidió que le contará algo que no muchas personas sepan, Rindou con una confianza que ni siquiera el sabe de dónde la sacó, le contó lo que les hizo a él y a Ran tener que ser transferidos de escuela en escuela.

—Siempre es tan extraño cuando te encariñas de un completo desconocido, pero bueno, podemos conocernos... Y déjame decirte que en esta escuela nos aseguraremos de que cosas así no pasen.—Esa linda y dulce sonrisa, derritió el corazón al Haitani.

Apenas había conocido a Souya Kawata, y esa sonrisa iba tan bien con la personalidad que estaba descubriendo.

El recuerdo de esa noche volvió a su mente, haciéndole sonreír; en este momento estaba con Ran en una cafetería, no entiende al Haitani, es millonario y guapo, pero no le gustaba llamar la atención.

Al momento de entrar a la cafetería y antes de ello, estuvo con la capucha puesta, cuando se sentaron en una mesa en la esquina cerca del baño, por fin se la quitó.

No lo va a negar, Ran sería un perfecto modelo, vio un poco de su cuerpo en la clase de educación Física que tuvo su año con el de Ran, y vaya que el Haitani tenía un cuerpazo...

Y luego está simplemente su rostro, es algo fino pero no quita un toque de rudeza, es como una definición de perfección.

—¿Por qué me miras tanto?—Inquirio Ran con una sonrisa burlona en el rostro—¿Soy tan hermoso que no puedes dejar de mirarme?

—Eh, si, así es...—Rio con suavidad.

Ran soltó un suspiro, más enternecido que agotado, la risa que tiene Nahoya es contagiosa y encantadora.

Cuando ambos terminaron lo que habían pedido, pagaron en la caja y salieron.

—Oye Ran.—El mencionado hizo un sonido glutural, de esa forma diciendo que lo escucha.—¿Tu fumas?

Esa pregunta le desconcertó un poco, osea si, tomaba y fumaba.

—Si te refieres a fumar hierba ilegal, osea droga, no, no fumó, si te refieres a un cigarrillo común, suelo fumar en fiestas de algún amigo, no fumo muy seguido.—Miro hacia otro lado, específicamente a las vidrieras de ropa, joyería, perfumes y otras cosas que no le interesaban.

Luego miro al menor, este iba sonriendo tan alegré y vivo, no lo entendía, ciertamente no lo entendía.

—¿Puedo tomar tu mano, Naho-chan?—

—¿Ah? S-si claro, pero no uses esos apodos.—hubiera dicho que no, pero siempre recuerda el no ser grosero con la gente, además, quiere sentir la mano de Ran, saber si es cálida y suave, o fría y áspera.

Con una sonrisa, ambos juntaron las manos.

Luego ninguno sabe el cono Ran se perdió entre la multitud.

Va, se que las relaciones tardan en formarse pero, son impulsivos, después de todo: cuando se encuentra al alma gemela, actuamos más por impulso que por razonamiento